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El paradigma de Eto’o, el león indomable que siempre responde con goles

“No soy de prometer cincuenta goles; pero correr como un negro para mañana vivir como un blanco, seguro que correré”

El 12 de agosto de 2004, Samuel Eto’o pronunciaba estas palabras; el mismo día en el que el delantero fichaba por el Fútbol Club Barcelona. Ni él mismo era consciente (o quizás sí) de la longitud futbolística que podía alcanzar este fichaje, e incluso del trasfondo que podía dejar este enunciado.
Estas palabras en tono de humor se convirtieron en realidad en 2011. Eto’o, en su etapa en el Anzhí Majachkalá, se transformó en el futbolista mejor pagado del mundo de por aquel entonces; la otra parte de la oración no llegó a materializarse como tal en todos los equipos en los que ha jugado. No obstante, el ‘León Indomable’ siempre ha respondido con goles.
Desde que el ojeador del Real Madrid ‘Pirri’ descubriese a este futbolista, Eto’o ha marcado un total de 303 tantos en toda su carrera. Leganés y Real Madrid fueron sus inicios, pero donde comienza a despuntar es en el Mallorca; en las Islas Baleares siempre será recordado por todos los logros que este —entonces joven— jugador alcanzó de la mano de Luis Aragonés. El camerunés sobresale con su impecable actuación con el FC Barcelona donde, aparte de convertirse en un futbolista indispensable (al menos hasta la llegada de ‘Pep’ Guardiola) y querido por todos los aficionados ‘culés’, cosechó 129 tantos. Entre ellos se encuentran dos de los goles más importantes del club catalán en sendas finales de Champions —primero en París y luego en Roma— que la plantilla blaugrana disputó en las temporadas donde participó Eto’o. Con el Inter de Milán, por ejemplo, sí que dio —valga la curiosidad— en la diana: 50 goles en dos temporadas. Posteriormente, Anzhí, Chelsea y Everton han podido disfrutar, en menor medida, de la capacidad goleadora y de sacrificio del futbolista. Hoy en día, y tras cumplir este 10 de marzo su trigésimo cuarto cumpleaños, Eto’o continúa amenazando las áreas: su último gol fue hace apenas unas jornadas, en la Serie A, ante el Cagliari.
Todos estos datos, unido a los éxitos cosechados durante años, han hecho que Samuel Eto’o sea recordado como uno de los mejores arietes en su momento, y actualmente sigue imponiendo respeto. Pero el delantero camerunés, que ahora milita en la Sampdoria, no sólo es conocido por su faceta goleadora, sino que fuera del ámbito deportivo también es distinguido.
Sirva esta breve “biografía” como introducción. Ahora mismo Eto’o es noticia no por haber marcado un nuevo gol, haber atado los cordones al portero rival, o por comprar una casa maldita por el espíritu de Tutankamón. Ha engrosado nuevamente su vitrina de trofeos: junto al oro olímpico y dos Copas África con la selección de Camerún, las cuatro Champions League —dos con el Barcelona, una con el Inter de Mourinho, y otra con el Real Madrid… sí: con el Real Madrid—, el Mundialito de Clubes y decenas de títulos en España e Italia, además de innumerables distinciones individuales. Samuel ya puede colocar el, hasta ahora, quizá sea el premio por el que más ha luchado y por el que continuará haciéndolo. Eto’o ha recibido la Medalla Europea a la Tolerancia por parte del Consejo Europeo sobre Tolerancia y Reconciliación.
Acostumbrados a verle luchar en los estadios de fútbol y pelearse por un balón con los defensas, el africano siempre ha combatido ante el racismo: una batalla constante y difícil, pero que no parará hasta lograr erradicarlo. Uno de los primeros recuerdos que me vienen a la mente es en la Romareda, en un Zaragoza-Barcelona del año 2006: en aquel partido, Samuel Eto’o amenazó con abandonar el partido tras recibir insultos racistas, aunque finalmente tanto el árbitro como Frank Rijkaard, por aquel entonces entrenador del Barcelona, consiguieron convencer al futbolista. Él mismo pudo resarcirse apenas trascurridos unos minutos, ya que consiguió hacer lo que más le gustaba: marcar gol.
Pero, como ha explicó en una entrevista concedida a la cadena inglesa CNN, las agresiones verbales o la repulsa racista no sólo son focalizadas en el ámbito futbolístico: el africano vivió un incidente racista en una joyería londinense, ya que la dependienta dudó de su capacidad adquisitiva. A su vez, y recientemente, uno de los equipos por los que ha pasado el camerunés en su currículum se ha encontrado envuelto en una polémica segregacionista. Y es que en la pasada eliminatoria de Champions disputada entre el Paris Saint-Germain y el Chelsea, se divulgó un video en el que hinchas ‘Blues’ impedían que un hombre de color accediese al mismo vagón de metro que ellos. Ante estas situaciones, Samuel mostraba su sorpresa, aunque no obstante afirmó que esto no se generaliza en todos los aficionados. Por ejemplo, el deportista asegura haberse quedado con una buena impresión, en este sentido, en su etapa rusa.
“Tenemos que aplicar leyes más estrictas para luchar contra estos abusos”, manifestó mientras recogía la Medalla Europea a la Tolerancia. Este “premio”, si se puede llamar así, recoge toda la pugna que el futbolista ejerce para eliminar el racismo tanto del deporte como de la sociedad, y que incita a seguir en el camino que el camerunés ha marcado.
De esta manera, y volviendo a la frase que espetó Samuel el día de su presentación con el ‘Barça’, quizás todos lo tendríamos que tomar con humor, y darnos cuenta de que Eto’o es un paradigma para mostrar que somos iguales, y que lo importante es el sacrificio para conseguir lo que uno quiere llegar a ser.

Íñigo Renedo

* Íñigo Renedo escribe en "El fútbol es injusto (a veces)". Recomendamos la visita a este espacio.

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