Ocurrió en el año 1975 en Irlanda, jugaban el Athlone Town y el St. Patrick Atletic, en el St. Mel’s Park. Era un partido de Liga mas como cualquiera, pero lo insólito estaría por venir.
El partido era televisado y estaba siendo dominado de una manera abrumadora por el equipo local y su rival apenas pasaba del medio campo. El portero local, Mick O’Brien, tenía una de sus tardes más aburridas.
O’Brien era muy famoso por sus payasadas y excentricidades; ese día estaba muy aburrido en su portería. Mientras su equipo atacaba, las cámaras de la televisión, viendo más espectáculo en el portero que el propio partido, mostraban al guardameta sentado en el suelo, o haciendo “piruetas” en la portería, colgándose del larguero como lo haría un mono.
De vez en cuando algunas de las cámaras dejaban de lado la portería donde se disputaba el partido para mostrar al portero local, unas veces sentado en el suelo, otras colgando del larguero, imitando a un chimpancé por el área, incluso sentado en el centro del larguero. Y llegó el show. En un momento del partido hubo un gran ruido y la cámara se giró automáticamente hacia la portería del portero Mick O'Brien para mostrar el larguero roto, la portería hundida y a él sentado sobre la red y las maderas. El árbitro que lo había estado observando durante el encuentro no dudó ni un momento. Llegó corriendo desde el otro campo y le mostró la tarjeta roja. O'Brien abandonó el campo y el partido continuó tan pronto la portería fue reparada. La payasada del portero se extendió por todas las emisoras y en los restos de campos de liga se oyeron grandes risas y bromas cuando la noticia fue difundida, que corrió como “reguero de pólvora”, fue portada de los principales medios, que tomaron al pobre O’Brien como objeto de broma. Fue así que este desconocido portero entró en la historia por “hacer el mono”.