Los puentes acuífero son estructuras que dan continuidad a canales fluviales navegables sobre ríos, valles, vías férreas o carreteras. Barcos y buques de diversas tipologías navegan en estos espectaculares cursos de agua.
El más popular es el Puente Acuífero de Magdeburgo en Alemania. Aunque en 1919 se había planeado ya un puente que conectara los canales, su construcción fue pospuesta por guerras mundiales y la separación de Alemania durante la Guerra Fría.
Con una longitud de 918 metros, una anchura de 34 metros y una profundidad de 4,25 metros, el puente acuífero de Magdeburgo, es el más largo del mundo en esta tipología. Se trata de un acueducto navegable que abrió sus puertas en Alemania en octubre de 2003, conectando el Canal de Elbe-Havel a Mittellandkanal, cruzando el río Elba.
Hasta que la inauguración del puente tuvo lugar, los barcos y buques que navegaban entre el canal Midland y el canal de Elbe-Havel tenían que desviarse 12 kilómetros a través de la esclusa de Rothensee, del Elbe y de la esclusa de Niegripp. Para su construcción, que comenzó en 1997, fueron necesarios 68.000 metros cúbicos de hormigón, 24.000 toneladas de acero y una inversión de 500 millones de euros.