El Rayo Vallecano ha celebrado 90 años en un buen momento deportivo
Sábado, 31 de mayo de 2014 | e6d.es
• Pero con un futuro tan incierto como ilusionante
El Rayo Vallecano celebra hoy el 90 aniversario de su fundación en un momento dulce a nivel deportivo, después de tres temporadas consecutivas en Primera, pero con un futuro tan incierto como ilusionante debido al escaso presupuesto que el club tiene año tras año para confeccionar una nueva plantilla.
Para encontrar los orígenes del Rayo hay que remontarse al 29 de mayo de 1924, fecha en la que una escisión del club Numantino, del barrio de Vallecas, propició su fundación.
El nombre original, Agrupación Deportiva El Rayo, fue propuesto por uno de los jugadores, Luis González Rubio, mientras que la primera sede se estableció en la casa de doña Prudencia Priego, madre de los cuatro hermanos Huerta, entre ellos Julián, primer presidente del club.
El primer partido oficial fue contra el Numantino y finalizó con victoria del Rayo por 3-1. El equipo perdedor, desanimado por la derrota sufrida, terminó desapareciendo.
23 años después, en la Junta del 13 de noviembre de 1947, se decidió que el club pasaría a llamarse Agrupación Deportiva Rayo Vallecano y en la camiseta luciría el escudo del ayuntamiento de Vallecas, por entonces municipio independiente que pertenecía al partido judicial de Alcalá de Henares.
En la temporada 1949/1950, tras la firma de un convenio con el Atlético de Madrid para la cesión de jugadores, el Rayo pasó a lucir en su camiseta una franja roja a petición del conjunto colchonero. Aunque el acuerdo solo duró un año, la camiseta siempre sería la misma.
En la temporada 1953/1954, el Rayo comenzó a alternar el antiguo campo de El Rodival, donde solía jugar, con el Estadio de Vallecas. Esta decisión se tuvo que tomar después de que la directiva recibiera a finales de 1953 una comunicación de los propietarios del terreno en las que se les decía que había sido vendido a una constructora.
Unos años después, el 30 de junio de 1956, el Rayo logró frente al Tarragona, en el desaparecido estadio Metropolitano, el ansiado ascenso a Segunda, categoría en la que permanecería un lustro y, tras un descenso a Tercera, regresaría en 1965.
Esa temporada del ascenso concluyó el 26 de junio de 1965 con un partido amistoso entre Rayo y Real Madrid que simbolizó las buenas relaciones entre ambos clubes y sirvió para que Santiago Bernabéu, presidente del club madridista, recibiera la Insignia de Oro y Brillantes del conjunto franjirrojo y además fuera nombrado Socio de Honor.
La consolidación en Segunda se produjo en los años siguientes, con la irrupción de jugadores como Gregorio Benito, Felines, Potele o Bordons, que marcaron una época en el equipo madrileño y se ganaron a la afición desde el primer momento.
Después del exilio al campo de Vallehermoso, el 6 de junio de 1976, en el último partido de Liga de esa temporada, el Rayo inauguró oficialmente el Nuevo Estadio de Vallecas con la derrota ante el Valladolid (0-1), tras el gol de Álvarez a los 55 minutos.
La siguiente campaña, el Rayo, dirigido por el técnico García Verdugo, logró el histórico ascenso a Primera al finalizar tercero en la Liga por detrás de Sporting de Gijón y Cádiz.
Los rayistas nunca olvidarán aquel 5 de mayo de 1977, fecha en la que, con un gol de Felines a los 78 minutos, empataron con el Getafe (1-1) y ascendieron a Primera en una temporada en la que no perdieron ni un solo partido en Vallecas.
El histórico ascenso se celebró con una comida y una fiesta en la discoteca 'Carrousel', de la calle Valverde, muy famosa entonces por la asistencia de personajes del mundo del arte y la farándula.
La primera temporada en la máxima categoría elevó al Rayo del técnico uruguayo Héctor Nuñez por su condición de 'Matagigantes'. Ese calificativo lo obtuvo tras una temporada en la que fue derrotando a equipos de la talla del Barcelona de Johan Cruyff, el Real Madrid de Pirri y Del Bosque, el Atlético, el Valencia o el Athletic de Bilbao. Aquel sueño de Primera División solo duró tres años, puesto que en 1980 el equipo volvió a descender. La década de los ochenta fue de transición para el conjunto madrileño, que penó por la categoría de plata e incluso una campaña, la 84/85, por Segunda B. En esos años, el Rayo salía más en los medios por albergar en su estadio conciertos míticos de artistas internacionales como Simon and Garfunkel (25 de mayo 1982), Bob Dylan y Carlos Santana (26 junio 1984) o Scorpions (5 septiembre 1986). El autor de este texto es David Ramiro. Leer artículo completo en mundodeportivo.com.