• Un día creció y se cansó de las paredes, de los espejos y de las marismas azules tan bucólicas
Hablaban de que guardaba pinceles bajo la almohada y lienzos dentro del armario de su habitación junto a velitas de cumpleaños. Y un día creció... sí, un día creció y se cansó de las paredes, de los espejos y de las marismas azules tan bucólicas. Y jugó a ser más sabia. Jugó a morirse, y no como se mueren los tontos, no, si no como se mueren los más listos del mundo, jugó a morirse intentando hacer trampas para vivir.