Entrevista a Moisés Belloch, impulsor de IAE, una ONG con vocación de ayuda a los demás
Lunes, 25 de mayo de 2015 | e6d.es
• Han estado salvando vidas en el reciente terremoto de Nepal. "Al volver, sacas conclusiones del trabajo que has hecho y recapacitas muchas cosas, entre ellas que no hemos podido hacer más"
Intervención, Ayuda y Emergencias (IAE) es una asociación sin ánimo de lucro, fundada en 1999. Sus miembros, todos ellos voluntarios, tienen en común el amor por los perros y su vocación de ayuda a los demás. Durante todos estos años se han dedicado a entrenar y preparar perros y guías para poder desarrollar actividades tan importantes como es la de hacer posible que el olfato del perro pueda ser utilizado para localizar a los supervivientes sepultados en una catástrofe o realizar terapia con personas enfermas de Alzheimer o niños autistas.
Intervención, Ayuda y Emergencias cuenta con más de 700 socios repartidos por todo el territorio nacional, con representaciones y delegaciones en las provincias de Valencia, Albacete, Navarra y Melilla, así como delegados en otras provincias. Desde su creación ha ampliado sus objetivos, multiplicando sus acciones, tanto en cantidad, como en ámbitos de actuación, dentro de los sectores más desfavorecidos de la población dentro y fuera de nuestras fronteras.
Han estado presentes en más de una decena de catástrofes: Perú, El Salvador, Argelia, Turquía o Haití y hace poco han regresado de Nepal.
“Después del regreso de nuestros compañeros desplazados a Nepal, aún queda trabajo por hacer: cada voluntario implicado debe reorganizar su vida, recuperar el pulso a su trabajo, a la vida familiar…”.
Una vez en casa el trabajo continua, “quedan reuniones para analizar la intervención, potenciar los aciertos y extraer lecciones de los errores. Retomamos los entrenamientos para responder a las necesidades de las personas allá donde se nos necesite. Así mismo, hay que reponer material, revisar el utilizado y ponerlo todo a punto para la próxima alerta”.
Contribuciones voluntarias de sus socios y colaboradores
IAE obtiene sus ingresos de contribuciones voluntarias, tanto de ciudadanos como del sector privado y las administraciones públicas. Los ingresos de IAE principalmente vienen de contribuciones voluntarias de sus socios y colaboradores. "Gracias a estas aportaciones podemos realizar nuestras funciones, sin ellas sería prácticamente imposible la realización de nuestra labor social ni nuestras intervenciones en casos de desastres".
Un día con IAE y una entrevista muy especial
Contamos en nuestra hemeroteca de audio con muchas entrevistas, todas ellas con el interés lógico que merecen, bien por su contenido, circunstancia, actualidad u otras cualidades. Sin embargo, entre todas, se distinguen aquellas en las que su núcleo tienen un componente humano como ha sido ésta a Intervención, Ayuda y Emergencias que hoy traemos a nuestro diario.
Hemos estado con ellos en el campo de entrenamiento que la ONG IAE tiene instalado en el término municipal de Algemesí (Valencia). Allí tuvimos el privilegio de disfrutar de una completa sesión de entrenamiento y de compartir una charla sobre su última intervención en el terremoto de Nepal, así como de la dinámica de preparación anual y de la organización. Cómo no, estar con IAE implica hablar de perros para conocer esta destreza en la localización de personas sepultadas entre escombros de casas y edificios derruidos como consecuencia de una catástrofe natural.
Sólo su disposición, el valor que le ponen a la vida de las personasy su vocación les impulsa a llegar cuanto antes a una catástrofe,ya que el tiempo es crucial
En el desarrollo de sus misiones son totalmente autónomos; desde gestionar, conseguir y comprar con el dinero de sus fondos los billetes de avión, hasta movilizarse en cualquier parte del mundo para salvar vidas. Ni ejércitos, ni gobiernos... nadie vela para facilitar que estos voluntarios lleven a cabo sus cometidos humanitarios; sólo su disposición, el valor que le ponen a la vida de las personas y su vocación les impulsa a llegar cuanto antes a una catástrofe, ya que el tiempo es crucial, el paso de las horas van en contra de las víctimas: "hay estudios clínicos sobre la supervivencia en un terremoto que indican que en 12 horas el 50% de la población atrapada muere, en las segundas 12 horas muere el 50% de los que quedan y así cada 12 horas se va reduciendo la mitad de las personas que quedan vivas", nos aseguró Moisés Belloch, impulsor de Intervención, Ayuda y Emergencias.
La presión psicológica es máxima
Trabajar en una catástrofe es muy duro, aparte de las dificultades del propio caos, se unen muchas veces problemas culturales o políticos. Viven en el lugar de la catástrofe tantas experiencias negativas y frustrantes, arriesgando su propia vida y trabajando con cadáveres y damnificados, que la presión psicológica es máxima. Todo ello difícil de superar si no se ha estado entrenando y preparándose continuamente con enorme rigor y disciplina.
A la vuelta de una misión, "sacas conclusiones del trabajo que has hecho y recapacitas de todos los pasos que has ido haciendo, siempre para aprender y mejorar, pero sobre todo para mentalizarnos de que no hemos podido hacer más", nos contó Moisés. A destacar en el retorno esas cosas positivas que les ha transmitido la gente con la que han compartido el dolor y, por supuesto, ese reencuentro con sus familiares que "son los que sufren de verdad".
Moisés Belloch, fundador de IAE, así como el resto de miembros, nos dieron todo tipo de facilidades para desarrollar nuestro trabajo. Quedamos impresionados, fue una de esas lecciones generosas de la vida que te abren una amplia perspectiva de lo que son los valores más necesarios. Ahí lo dejamos en una entrevista.
J.M.O. | Ramón Alfil | Fotos: Hayack (El Seis Doble)