Esto es lo que votan los españoles
La mierda que gobierna España: así se ‘entretienen’ los diputados
La también expresidenta de las Cortes Valencianas está acusada de un delito continuado de prevaricación, de un delito continuado de malversación de caudales públicos y de un delito de cohecho.
Hace unos días, la oposición en Novelda solicitó su reprobación y su dimisión, pero los concejales del PP impidieron que saliera adelante la moción. Un día después, Martínez volvió a las Cortes, ocupó su escaño de diputada autonómica y, tras haber defendido su compromiso con el cargo, sacó los apuntes de francés y se puso a estudiar en las Cortes mientras la consellera de Infraestructuras debatía con la oposición sobre las inversiones de la Generalitat.
Un fotógrafo de El Mundo la cazó aprendiendo a conjugar el verbo être. Ella es y está, pero no participa. Durante más de año y medio de legislatura, la diputada ‘popular’ no ha intervenido ni una sola vez en el parlamento valenciano.
Dice Milagrosa Martínez, a quien Gürtel regaló (según el juez) un reloj Hublot de acero de 2.400 euros en agradecimiento a su buen trato, que la imputación en el caso le ha supuesto un gran “sufrimiento personal y, sobre todo, familiar”, que es la peor experiencia que ha vivido “después de la muerte de los seres queridos”.
Sin embargo, la preocupación le ha llegado lo justo como para no distraerse de su labor en las Cortes: aprender francés. Milagrosa Martínez sacó los apuntes (fotocopiados por cierto) de una bolsa de papel, los repartió sobre su mesa mientras hablaba la consellera en la tribuna y fue tomando notas a mano en un folio: “Je m’appelle, tu t’appelles…”.
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