Fernando Cáceres: cariño y ánimo frente a las balas
Miércoles, 13 de noviembre de 2013 | e6d.es
• El exjugador del Zaragoza recibe hoy un homenaje que le ayudará a pagar su tratamiento, tras ser tiroteado en 2009
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La Romareda volverá a ovacionar esta tarde a Fernando Cáceres. Lo hará para insuflarle ánimo, cariño y ayuda económica. El club y sus antiguos compañeros se han volcado con el homenaje a este argentino, a «El negro», que jugó 24 partidos oficiales con su selección nacional entre 1992 y 1997, que vivió la gloria y tocó el infierno al que le hizo descender una maldita bala el 1 de noviembre de 2009. Fue en Buenos Aires. Iba en el coche y cuatro jóvenes le abordaron para robarle. Intentó zafarse con el vehículo, pero le tirotearon y una bala impactó en su cráneo -«esa noche aprendí que no hay que parar una bala con la cabeza», ha dicho más de una vez tratando de sacar una sonrisa incluso de la tragedia-. Estuvo entre la vida y la muerte durante días. Perdió un ojo, y desde entonces convive con plomo incrustado en su testa, arrastra una semiparálisis del lado izquierdo, aún necesita silla de ruedas... Cuatro años después sigue luchando por recuperarse.
Tantos años de operaciones quirúrgicas, de hospitalización, de rehabilitación continua, tantos de medicación abundante y costosa, han hecho mella también en su economía. Seria mella. No lo oculta: «Me vendrá muy bien este homenaje. Muy bien por el cariño, que motiva muchísimo; y, la verdad, también muy bien por la ayuda económica». Explica a ABC que «los tratamientos son muy caros, los medicamentos muy costosos y difíciles de conseguir». Miles de euros cada mes.
Sus excompañeros del Real Zaragoza lo sabían. Y, junto al club, se han volcado para ayudar al argentino. Hasta ayer se llevaban vendidas más de 11.000 entradas, y las taquillas continúan abiertas hasta el último minuto. Tras el partido habrá también una cena homenaje para recaudar fondos.
Da por hecho que llorará esta tarde en La Romareda. La emoción se da por descontada en un estadio que le vio jugar durante cuatro temporadas con los colores del Real Zaragoza, ahora en horas bajas. Una realidad bien distinta de la que la afición maña vivió con el equipo del que formó parte Fernando Cáceres, el que entrenaba Víctor Fernández, el que ganó la Copa del Rey de 1994, el que se alzó con la Recopa en 1995 en aquella final de infarto en París, que acabó con el famoso gol de Nayim en lanzamiento desde 50 metros. Dejó boquiabiertos y sin título a los del Arsenal. «Guardo unos recuerdos extraordinarios de aquellos años en el Real Zaragoza, los mejores por los resultados», por los triunfos, por la gloria del fútbol.
Cáceres se fue al año siguiente a Argentina, pasó por el Boca Juniors y en 1997 regresó a España para vestir las camisetas del Valencia y Celta. En 2007 se retiró del fútbol profesional en su país natal, en el Argentina Juniors. Y un par de años después, la maldita bala. El autor de esta noticia es Roberto Pérez. Leer noticia completa y ver hilo de debate en abc.es.
Tantos años de operaciones quirúrgicas, de hospitalización, de rehabilitación continua, tantos de medicación abundante y costosa, han hecho mella también en su economía. Seria mella. No lo oculta: «Me vendrá muy bien este homenaje. Muy bien por el cariño, que motiva muchísimo; y, la verdad, también muy bien por la ayuda económica». Explica a ABC que «los tratamientos son muy caros, los medicamentos muy costosos y difíciles de conseguir». Miles de euros cada mes.
Sus excompañeros del Real Zaragoza lo sabían. Y, junto al club, se han volcado para ayudar al argentino. Hasta ayer se llevaban vendidas más de 11.000 entradas, y las taquillas continúan abiertas hasta el último minuto. Tras el partido habrá también una cena homenaje para recaudar fondos.
Da por hecho que llorará esta tarde en La Romareda. La emoción se da por descontada en un estadio que le vio jugar durante cuatro temporadas con los colores del Real Zaragoza, ahora en horas bajas. Una realidad bien distinta de la que la afición maña vivió con el equipo del que formó parte Fernando Cáceres, el que entrenaba Víctor Fernández, el que ganó la Copa del Rey de 1994, el que se alzó con la Recopa en 1995 en aquella final de infarto en París, que acabó con el famoso gol de Nayim en lanzamiento desde 50 metros. Dejó boquiabiertos y sin título a los del Arsenal. «Guardo unos recuerdos extraordinarios de aquellos años en el Real Zaragoza, los mejores por los resultados», por los triunfos, por la gloria del fútbol.
Cáceres se fue al año siguiente a Argentina, pasó por el Boca Juniors y en 1997 regresó a España para vestir las camisetas del Valencia y Celta. En 2007 se retiró del fútbol profesional en su país natal, en el Argentina Juniors. Y un par de años después, la maldita bala. El autor de esta noticia es Roberto Pérez. Leer noticia completa y ver hilo de debate en abc.es.