Fútbol comprometido con los valores fundamentales

Jueves, 6 de septiembre de 2012 | e6d.es
• “Sería precioso que el deporte, que tanto conecta con la gente, estuviese a la vanguardia de las reivindicaciones de los derechos fundamentales de todo ser humano”
Considero que el deporte debe ser bandera de los grandes valores que dan sentido a la vida, entre ellos el respeto y la solidaridad.
De acuerdo con el primero está la iniciativa de no permitir muestras de violencia en los partidos que dirijo, tampoco verbal, pues las fracturas en la convivencia social empiezan por problemas que parecen intrascendentes y a los que no prestamos la debida atención, dando la espalda a nuestra obligación de educar a las generaciones futuras, para las cuales el deporte es tan relevante. Este primer pilar de mi concepción del deporte quedó bien reflejado en un reportaje de Canal Sur que habla sobre mi proceder como árbitro (ver vídeo de Canal Sur, cuyo enlace aparece al inicio de este artículo).
Pero en un mundo con tantas situaciones injustas (pobreza, terrorismo, ausencia de libertad de expresión...), sería precioso que el deporte, que tanto conecta con la gente, estuviese a la vanguardia de las reivindicaciones de los derechos fundamentales de todo ser humano. Si queremos un deporte grande de verdad, no podemos cerrar los ojos ante los problemas de nuestros hermanos más desfavorecidos. Ese es el motivo de que en todos los partidos en que actúo invite a los equipos a portar ante el público una pancarta con el mensaje " POBREZACERO.ORG " (ver vídeo de Canal Plus, cuyo enlace aparece al inicio de este artículo).
Yo, que trabajo como profesor, observo que los adolescentes se fijan en todo lo que hacen sus ídolos, y sería magnífico que también pudieran aprender de ellos la faceta de querer implicarse en los problemas del mundo, cosa que, sin duda, es mucho más importante que los resultados de las competiciones. En este sentido, iniciativas como la del encuentro que enfrentó a Andalucía contra un combinado palestino-israelí el pasado mes de diciembre, el partido contra la pobreza que se jugó el mes pasado en Marsella o torneos benéficos como el que cada agosto organiza el club malagueño Atlético Benamiel (en cuya última edición participaron desinteresadamente el Málaga CF., el Real Murcia y el trío arbitral) deberían ser mucho más habituales y gozar de toda la atención y difusión posible por parte de los medios de comunicación.
Quizás todo esto parezca más sueño que realidad; pero no olvidemos nunca que los grandes logros de la historia fueron, antes de su consecución, simples sueños de una o varias mentes humanas.
Ángel Andrés Jiménez Bonillo
Árbitro de fútbol
Colaborador de Clan de Fútbol