Hace más de cien años Franz Reichelt saltó con paracaídas ‘a lo Baumgartner’ desde la Torre Eiffel
Viernes, 7 de noviembre de 2014 | e6d.es
• Murió en el acto. El agujero que dejó en el suelo fue de 15 centímetros
El resultado de aquella prueba empírica fue también fue grabado por las cámaras, pero por desgracia el resultado fue muy distinto al del salto estratosférico de Felix Baumgartner: el paracaídas de Reichelt no funcionó, se estampó contra el suelo y palmó instantáneamente.
No he podido dejar de pensar en qué hubiera sucedido si a Baumgartner le hubiera ocurrido lo mismo, especialmente con todo el asunto de la polémica campaña publicitaria de los patrocinadores. ¿Sería tan mortíferamente negativa la repercusión para la marca como puede haberlo sido de positiva?
Volviendo a Reichelt: estamos hablando de otros tiempos, de pioneros, de «genios locos» –como los llamaban en los periódicos– que intentaban hazañas muchas veces imposibles, de los primeros tiempos de la aviación, de carreras imposibles por ser el primero en algo… Reichelt era simplemente un sastre que había diseñado un paracaídas, sin haber realizado los cálculos necesarios y sin conocimientos de física o aerodinámica como para saber que su traje no funcionaría – un poco a lo Leonardo.
Usando el sentido común, había lanzado previamente el paracaídas con muñecos de prueba para comprobar su funcionamiento, que inevitablemente se habían estampado contra el suelo. Sin embargo, convencido de que su diseño era correcto, pensó que el problema era que los muñecos no podían abrir los brazos para aumentar la superficie de frenado, y que sólo haciéndolo en persona se podría demostrar que su invento funcionaba. Leer artículo completo y ver hilo de debate en microsiervos.com.