Kubala fue periquito
Tan solo disputó 30 encuentros con el Español de Barcelona
Corrían tiempos inmemoriales, en los que ni siquiera se había disputado la primera Copa del Mundo, que ganaría Uruguay. Los encuentros se disputaban con un balón de cuero y los campos todavía no eran de hierba, sino de esa mezcla de césped y barro, típicas de cualquier imagen antigua.
Ladislao Kubala nació en Budapest, Hungría. Su infancia quedó marcada por el sonido de los tanques, las imágenes de soldados alemanes por las calles de la capital y su amor por el fútbol. Apenas había cumplido 10 años cuando se metió en la Escuela de Fútbol de la Federación Húngara. En el 1939, sin haber cumplido la primera docena de primaveras, comenzó su carrera en el Ganz, conjunto que por aquel entonces militaba en tercera división. Y un lustro más tarde, ya había debutado en Primera con el Ferencváros (hoy en día, quinto clasificado en la OTP Bank Liga). Misma temporada en la que fue llamado para debutar con la selección nacional.
Tras varios pasos por equipos de Europa del Este, su carrera tuvo un antes y un después. Madrid y Barça se fijaron en él, pero una jugarreta de Pepe Samitier, emisario catalán, consiguió que el crack comprara el billete del tren rumbo a Barcelona. Su llegada fue todo un movimiento de masas, la afición se ilusionó a más no poder y las temporadas que se venían pintaban muy bien. Y así fue. Kubala marcó una época en Les Corts y en el Camp Nou. Logró más de una decena de títulos y se convirtió en leyenda, pese a no tener una muy buena relación con la afición. Más tarde, tras su retirada, fue nombrado técnico del primer equipo, pero un mal comienzo de liga le costó el despido. Leer noticia completa en martiperarnau.com.
-
0ComentarisImprimir Enviar a un amic
-
Notícies similars
-
Amigos para siempre
Hi ha 0 comentaris / Llegir més
-
El gran Kubala le consideraba el mejor jugador del mundo y su maestro
Hi ha 0 comentaris / Llegir més
-
Aquellos encuentros de principios de los años 60 marcarían la década del Barça y del Valencia
Hi ha 0 comentaris / Llegir més