La absurda muerte del inventor del remate de chilena

Sábado, 12 de abril de 2014 | e6d.es
• David Arellano fue el primer ídolo del Colo-Colo y alucinó al mundo con su acrobático remate. Murió tras chocar con un defensa en Valladolid



Hugo Sánchez las ejecutaba con maestría, pero como su propio nombre indica, la chilena, una de las suertes futbolísticas más espectaculares, la inventó un chileno. Fue David Arellano, primer ídolo del Colo-Colo y elegante e incisivo delantero, quien con su potencia de salto y elasticidad patentó un remate que supuso una revolución en aquel fútbol de los tiempos heroicos. Fue uno de los primeros ídolos del fútbol chileno y mundial y también uno de los de más triste final. Se dejó la vida en un campo de Valladolid, tras chocar violentamente con un defensa.
Arellano era, además de extraordinario futbolista, maestro de Prinaria. En 1927 llegó a España capitaneando a su Colo-Colo, que se disponía a disputar aquí partidos para, entre otros fines, recaudar fondos para su maltrecha economía. No imaginaban los chilenos que pagarían tan caro el viaje. La cosa empezó bien, con Arellano en plan estrella y despertando la admiración del público español con su acrobático disparo, que, a causa de su origen, quedó bautizado como la chilena.
Algunas fuentes aseguran que en realidad Arellano no fue el primero en atacar el balón de esta forma, sino que el chileno se lo había visto hacer a Ramón Unzaga Asla, chileno de origen español, en el IV Campeonato Sudamericano. Fuera quien fuera, Arellano es leyenda.
Sería en el curso de aquella gira cuando el jugador chileno realizaría el último de sus escorzos sobre el pasto. El 2 de mayo de 1927, el Colo-Colo se enfrentaba al Real Unión de Valladolid. Arellano saltó en disputa por el balón con un adversario, con tanto ímpetu y mala suerte que se golpeó el estómago con ambas piernas. El mítico portero Ricardo Zamora decía de los jugadores chilenos que «se juegan la vida frente a la meta». El funesto destino de Arellano demostró cuán cierta era la afirmación del «divino» Zamora.
Ante sus gestos de dolor, el futbolista fue retirado inmediatamente del campo. En las páginas que daban cuenta de su muerte, ABC contaba que el jugador padecía una hernia que le obligaba a conmpetir con muchas precauciones, pero no parece que el bueno de Arellano se anduviera con muchas cautelas cuando veía el cuero por los aires. La escena la contemplaban preocupados sus compañeros de equipo, incluidos sus hermanos Alberto y Lorenzo, que también formaban parte del plantel.

 
Esgrima de caballeros
Ante la consternación de compañeros y aficionados, Arellano moría pocas horas después. El periódico contó que el golpe le produjo una peritonitis de la que fue imposible operarle. Cosas de la medicina de entonces. Hoy, probablemente hubiera vivido. Tenía solo 26 años. En Valladolid se le organizó un concurrido funeral y la Federación Española de Fútbol abrió una cuestación para apoyar al club del finado. En Chile se lloraba a raudales al héroe nacional. El autor de este texto es G.D. Olmo. Leer noticia completa y ver hilo de debate en abc.es.
 
La chilena de Hugo Sánchez