• Ha sido una rareza en el mundo del fútbol, sin embargo, sí ha habido algunos casos donde los clubes ponían toda la confianza en que un jugador también entrenase a sus compañeros
Son la extensión del entrenador en el campo. Su mano derecha. Plasman a la perfección sobre el terreno de juego lo que el técnico les pide en los vestuarios. Estas frases se suelen decir de ciertos jugadores por su capacidad táctica y su visión del juego colectivo.
Pero hay otros que van un paso más allá y en algún momento han compaginado las dos funciones. Dirigían y entrenaban al equipo pero también jugaban en el campo. La figura del entrenador-jugador ha sido una rareza en el mundo del fútbol, sin embargo, sí ha habido algunos casos donde los clubes ponían toda la confianza en un jugador para que diese patadas al balón y también entrenase a sus compañeros.
Clarence Seedorf no ha llegado hasta ese punto, pero casi. El ahora exjugador de 37 años estaba jugando en el Botafogo brasileño, se ha retirado del fútbol en activo para comprometerse como entrenador del Milán. El propio Seedorf afirmaba que, “cuando el presidente me lo pidió, no podía decir que no”. Como decíamos, la figura del jugador-entrenador han sido excepciones en la historia del fútbol, pero míticos futbolistas han realizado esta función en algún momento de su carrera.
Boby Robson probó suerte como jugador-entrenador en el año 1967. Su experiencia fue casi testimonial porque fue entre que abandonó el Fulham como jugador y volvió como técnico en 1968. Durante ese paréntesis de tiempo el Vancouver Royals le ofreció la oportunidad para jugar y entrenar en la Liga Americana de fútbol.
Uno de los mejores entrenadores-jugadores de la historia ha sido el galés John Toshack. El técnico consiguió tres ascensos con el Swansea en sólo cuatro años. Ascendió al equipo hasta la Primera División. Y es que al galés le entró el gusanillo de entrenar desde muy joven, con sólo 18 años ya tenía su carné de entrenador. Con 28 años y con varias lesiones en sus piernas, le ofrecieron compaginar ambas facetas en el Sweansea que en esa temporada, 77/78 militaba en la Fourth division, última categoría de la liga inglesa.
Ese año consiguió su primer ascenso, pero lo más llamativo fue que en la temporada siguiente, el propio Toshack conseguía marcar el gol que permitía el histórico ascenso al Swansea a la segunda división tras más de 14 años de ausencia.
Ruud Gullit también hizo sus pinitos como jugador-entrenador. Fue en el Chelsea. El holandés ya era un veterano y tras la salida del equipo del técnico, Glenn Hoddle, el club londinense confió en él. Siendo entrenador-jugador durante tres temporadas, del 95 al 98, se alzó con un título copero.
Al Chelsea le gustaba la figura de entrenador-jugador y siguieron con esa política tras abandonar Gullit el equipo. En esta ocasión el puesto fue para Gianluca Vialli que consiguió la Recopa.
Más recientes han sido los casos de Romario y Roberto Carlos. En 2007 el delantero brasileño jugaba y entrenaba al Vasco de Gama con 41 años. La aventura sólo duró unos meses, pues Romario discutió con el presidente y abandonó el club. El autor de este texto es Fran Galván. Leer noticia completa y ver hilo de debate en mediapunta.es.