• El Rey Alfonso I “El Batallador” habría podido influir en los textos de los siglos XII y XIII del denominado “Ciclo Artúrico”
A lo largo de estos últimos años muchos hemos intentado reivindicar la influencia de la figura de Alfonso I “El Batallador” como núcleo fundamental de la serie de textos que, durante los siglos XII y XIII, recorren la Europa occidental y que, tradicionalmente, se enmarcar dentro del “Ciclo Artúrico”. Ante la minusvaloración, de gran parte de la comunidad académica, hacia esta hipótesis, se hace necesaria una re capitulación de los motivos que nos llevan a sustentar esta afirmación. La génesis de esta teoría, no nace en las elucubraciones de un bloguero con aspiraciones manchegas. Si no, en la ampliación de trabajos anteriores de autores Andre de Mandach , Michael Hesseman o Philip Coopens. Sus descubrimientos son aplicables a otros textos, donde el cuento de Perceval, no constituye su tema principal. Los duelos y quebrantos, más que un planto de la cocina castellana, son mi desayuno de cada mañana. Esta ración diaria, de ver como mis mensajes, e intentos de consolidar estos estudios, dentro de un marco aceptable, cae en saco roto. Solo pareció tener cierto eco cuando, cansado de no recibir respuestas, hice pasar mi análisis, como parte de un ficticio libro publicado por un erudito de Oxford. Entonces sí, la que se lió fue gorda. Muchos historiadores, estudiosos y escritores, a los que me había dirigido entonces, sí hicieron caso al profesor inglés. Incluso un periodista del Jarraldo de Torre Ciudad, sintiéndose engañado, contactó con el profesor de Oxford, que para darle verosimilitud a la cosa existía, con la intención que me demandase. Afortunadamente la cultura hace sabios y este Señor, tras mis disculpas, no realizo acciones legales. Pero, con la tozudez característica de los nacidos en el Hospital Miguel Servet de Zaragoza, los intentos desde periodistas y editores de “la revista del Loro”, de demandarme, no hicieron mella en mi empeño, de que este trabajo llegase al gran público. El año cero no existe. Parece que, en cierto modo, lo he logrado. La casualidad ha hecho que algo de mi trabajo se vea reflejado en una novela recientemente premiado. Sera cosa del destino, o de los e-mails con los que he acribillado a su autor, pero la relación de doña Sancha de Aragón con la leyenda Griálica es el final apoteósico de una novela de aventuras. Lamentable mente, el autor sigue afirmando que el Grial es solo un mito, al que muchos nos aferramos. Pero, estas líneas no son para contaros las desventuras de este humilde “batallador” informático, con aspiraciones de trovador. Mi intención, refirmar mi compromiso con traer el reino mágico de Camelot, de donde nunca debió salir. En ese camino algunas batallas las hemos ganado. Las tengo guardadas en mi recuerdo y mi espíritu. El premio en la convención de turismo cultural de Córdoba, o la publicación de nuestro trabajo en revistas científicas, me dan un poco de ánimo en esta cruzada contra molinos. Sin la ayuda de Ana Mafé esto seguiría siendo el sueño de una persona que pasa muchas horas leyendo libros de caballería. Me hace feliz recordar mis intervenciones en radio y en prensa, reivindicando nuestro épico pasado. Pero al instante se me pasa, cuando veo como esto deriva en confrontaciones políticas, con el motivo del Prucess de fondo. El bueno de Javier Sanz, sabe de esta historita de la historia. Así pues, afilo mi lanza, y doy un poco de cebada a mi rocín. Quien esté a mi lado, me dirá que eso no es así, que son espejismo. Que a lo que yo llamo lanza es solo una fregona y, lo que estoy haciendo es darle pienso a los perrillos. Soy consciente de que, afirmar que la tabla redonda con sus caballeros, existió realmente, es de por sí, difícil de demostrar. Pero, decir que este rey se movió muy lejos de donde la tradición nos lo ha situado, resulta prácticamente imposible. Para colmo, las pruebas de que "El Batallador", era quien inició la trasformación del mito Artúrico, de los años oscuros, al legendario rey que describen los textos del siglo XII y XIII, se encuentran en la “Laponia del sur”. Un territorio desértico sin relevancia política. El libro está terminado, las pruebas están recopiladas. Sé que es solo una fregona contra la maquinaria de propaganda de Hollywood. Pero tengo un objeto mágico, que sin duda será siempre, la prueba de que aquel reino existió. Una reliquia fabulosa, a la que muchos llamamos El Grial.
Sergio Solsona
* Sergio Solsona es colaborador de El Seis Doble. Su espacio, aquí. * Sergio Solsona es autor del blog "Maestrazgo templario".