La Luna de sangre del Martes Santo: el primer eclipse lunar en una tétrada

Viernes, 11 de abril de 2014 | e6d.es
• El espectáculo celeste, una predicción catastrófica para algunos crédulos, es el primero de una rareza: cuatro en año y medio

La celebración de la Semana Santa no es coincidente en el tiempo. En ocasiones tiene lugar en marzo, otras en abril. Nunca antes del 21 de marzo, ni después del 23 de abril. Lo curioso es que siempre coincide con la Luna llena y en ocasiones incluso coincide con un eclipse de Luna, como del que podremos disfrutar antes del amanecer del Martes Santo. La Semana Santa tiene fecha variable desde el Concilio de Nicea (año 325) en el que se decidió que la Pascua de Resurrección (domingo de resurrección) se celebrase el domingo después de la primera Luna llena que siguiera al equinoccio de primavera (21 de marzo). He ahí el motivo del cambio continuo de la fecha de la Semana Santa. Pero siempre con Luna llena y en ocasiones con eclipses de Luna. Se ha querido mantener un calendario lunar para la Semana Santa, pues los judíos basaban su calendario en tiempo de Jesucristo y ahora, en la Luna (un calendario lunar, como también lo es el musulmán), mientras que nosotros nos basamos en un calendario solar, que es nuestro calendario Gregoriano occidental. El eclipse de Luna que tendrá lugar la madrugada del 15 de abril, es decir, el Martes Santo antes del amanecer, será visible desde Australia, océano Pacífico, América y también en España, pero en la Península y Baleares se observará como penumbral y en las islas Canarias como parcial. Desde Canarias se podrá ver cómo se oscurece una parte de la Luna, desde la Península y Baleares apenas notaremos cómo la Luna mengua de brillo antes del amanecer.
Los observadores que puedan ver la fase de la totalidad, contemplarán una Luna rojiza, Luna de sangre, durante 78 minutos. Se trata de un acontecimiento que en muchas civilizaciones ha sido objeto de miedos y tabúes.
Los conquistadores españoles, cuando llegaron a América, conocieron que la civilización Maya sabía predecir perfectamente cuándo se iban a producir los eclipses de Sol y de Luna, pero también entendieron que la sabiduría sobre estos acontecimientos solo estaba en manos de los sacerdotes quienes controlaban al pueblo llano gracias a estos acontecimientos celestes, infringiendo miedo.
Los sabios sacerdotes mayas calculaban con base a las lunaciones, los futuros eclipses solares y esto se encuentra en el Códice Dresde, en las llamadas tablas de los eclipses. Este códice es el libro más antiguo escrito en América, según los historiadores. Parece que es una copia que se hizo entre los siglos XI y XII de un original que puede datar de hasta 400 años atrás.
Como los mayas conocían cuándo se producirían los eclipses, que para ellos eran períodos de peligro, trataban de evitarlos con rituales y sacrificios, aumentando aún más el poder sobre el pueblo y sometiéndolos a una dominación total, basada en el poder de los sabios sacerdotes, verdaderos científicos del pasado, que no transmitían su sabiduría. Aún hay muchos pueblos sometidos en la Tierra a los que no se les transfieren sabiduría.
El desconocimiento científico de un eclipse de Luna puede provocar cierto miedo e inquietud en pueblos que se basen marcadamente en la espiritualidad y en la religión y sin conocimiento alguno de la ciencia, cosa que ahora ocurre mucho menos que hace miles o cientos de años.
Una luna roja, durante un eclipse total de Luna, podía indicar a los ciudadanos que los dioses estaban enfadados, pero he ahí el poder de los sacerdotes, que “deshacían” el eclipse de Luna para volver a la Luna en su estado normal de luz. Ello era muy aplaudido por el pueblo, pues pensaban que los sacerdotes tenían un poder sobrenatural. Por ello, el conocimiento sobre el movimiento de la Luna y los planetas, jamás fue desvelado al pueblo. El pueblo se sentía aliviado y agradecido a los sacerdotes cuando pasaban los eclipses.
El enrojecimiento de la Luna en un eclipse lunar es un fenómeno bien conocido hoy día, es simplemente debido a la dispersión de la luz del sol a través de la atmósfera terrestre y dependiendo del estado en que se encuentre nuestra atmósfera, ante todo de partículas en suspensión (cenizas, polvo, aerosoles, etc.), el color rojo de la Luna podrá ser más o menos intenso.
Pero muchos, conocedores del motivo del enrojecimiento de la Luna, aun nos quieren hacer ver lo que no es, invocando a lo sobrenatural. Tal como se hizo con la historia del fin del mundo en 2012 con los mayas o la destrucción de la Tierra por el cometa Ison el pasado año. Así pues, estos son fenómenos astronómicos simples, que se conocen y por supuesto tienen su explicación.
Desde siempre se ha creído en los malos augurios de un eclipse total de Luna, desde la caída de Constantinopla, hasta la pérdida de algún objeto personal. Mirar a esa Luna roja o Luna de sangre es signo de mala suerte para el futuro, al menos así piensan muchos.
Pero qué tiene de especial este eclipse de Luna. Pues se corre el rumor de que algunos cristianos ven a este eclipse como el comienzo de un mal presagio según la Biblia. El pastor John Hagee, y en su libro "Four blood moons: something is about to change "que la tétrada cumple la profecía bíblica del Apocalipsis. La tétrada en una sucesión de 4 eclipses totales de Luna seguidos con un intervalo aproximado de 6 meses durante dos años. El del Martes Santo es el primero. Los próximos serán el 8 de octubre de 2014, el 8 de abril y el 28 de septiembre de 2015. No es muy frecuente esta sucesión de eclipses; durante 300 años desde 1600 no hubo ninguna tétrada. Leer noticia completa y seguir hilo de debate en abc.es