El proyecto de Mujer en Madakasira, una región de Anantapur limítrofe con el estado de Karnataka, comenzó a funcionar en 2011. Su población es una de las más pobres del distrito, castigado por el analfabetismo y la sequía. En este contexto, las mujeres se llevan la peor parte. Aquí no hay trabajo para los hombres, pero sí para ellas. Las mujeres sostienen a la familia con trabajos dentro y fuera del hogar. Sin embargo, ella es la última en beneficiarse de los alimentos conseguidos, literalmente, con el sudor de su frente. Según las tradiciones que impone la sociedad de la India rural, ella es la última en comer. Y si no quedan víveres, no lo hace. Las mujeres vive en condiciones de semiesclavitud y su salud sufre las consecuencias de este exceso de trabajo y falta de alimentos. Samson Babu lleva 17 años trabajando en la Fundación Vicente Ferrer (FVF). Desde los últimos cuatro es líder de equipo del Sector Mujer y reconoce no haber sido consciente “de lo graves que pueden llegar a ser los problemas de género en la sociedad rural de la India” hasta que comenzó a trabajar en esta área.
¿Cuáles son las principales líneas de trabajo en Madakasira?
Trabajamos con unas 12.000 familias dalits agricultoras que poseen pequeños terrenos, no grandes explotaciones y que apenas producen por la sequía. Muchos emigran a Karnataka. Madakasira está en la frontera, y aquí las tradiciones y las costumbres están más arraigadas que en otros lugares del distrito, donde la FVF lleva más años trabajando.
¿Cuáles son los retos en el sector de la Mujer?
Como decía, en esta zona fronteriza hay tradiciones mucho más marcadas. Hay un alto grado de analfabetismo, no dan importancia a la educación de las niñas, que abandonan sus estudios a los 12 años. Esto provoca que haya muchos casos de matrimonios infantiles. Las mujeres están sometidas a tradiciones injustas que infravaloran su papel en la sociedad. Es un sistema patriarcal en el que ni siquiera se le permite tener propiedades. Se las discrimina, no se las respeta.
Sin embargo, en esta zona trabajan más mujeres que hombres
El 99% de las mujeres de Madakasira trabaja en el campo frente a un 50% de los hombres. Ellos se han visto desplazados por las máquinas en las tareas de cultivo, arado o recogida de la cosecha y no realizan trabajos considerados de mujeres, como limpieza de restrojos o arrancar las malas hierbas.
Entonces son las mujeres las que sostienen a las familias
Las mujeres se levantan cada día al alba: limpian, hacen la comida, se ocupan de los niños y cuando éstos van al colegio salen a trabajar al campo. Luego tienen que asegurarse cada día de recoger la leña para cocinar y cargar cántaros de agua para hacer el arroz, limpiar y lavar ropa. En el trabajo reciben 100 rupias al día que entregan inmediatamente a sus maridos. No pueden gastar su sueldo.
¿Y cómo repercute tanto trabajo en su salud?
La salud de las mujeres es una de nuestras prioridades: muchas sufren anemia y dolores articulares. Por costumbre, la mujer es la última en el orden de alimentación de la casa y, en ocasiones, no hay comida para ella o lo que alcanzan a comer no tiene los suficientes nutrientes.
¿Cómo abordan esta situación?
No podemos entrar a bocajarro y exigirles que cambien sus costumbres. Poco a poco hacemos un trabajo de concienciación hasta que logramos que entiendan que esta mentalidad no beneficia a la prosperidad de la familia y, si me permites que utilice una metáfora, esto es como los bueyes, no pueden avanzar si ambos no tiran del carro. Hasta el momento hay unos 1.000 sanghams (asociaciones en telugu, la lengua local) de mujeres que tratan de sensibilizar a los hombres y empoderar a las mujeres.
Fundación Vicente Ferrer
El Seis Doble colabora con la Fundación Vicente Ferrer
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