Más de tres años sin declarar y, cuando pueden hacerlo, guardan silencio. Las comparecencias ayer de Francisco Correa, 'Don Vito', y Álvaro Pérez, 'El Bigotes', tuvieron un significativo elemento en común: la negativa de ambos a responder a las preguntas que el juez Pablo Ruz y las partes personadas en el 'caso Gürtel' querían plantearles. Estaban en su derecho ¿Pero estaban también coordinados? Las fuentes jurídicas consultadas creen que varios de los principales imputados, entre los que se encuentran ellos dos, han optado y acordado no malgastar "más munición legal" en el tramo final de la instrucción de la causa y esperar a la vista y sus preámbulos para poner encima de la mesa sus últimos argumentos de defensa. "¿Para qué hablar hoy [por ayer jueves] cuando saben que dijeran lo que dijeran su situación no iba a cambiar? Nos hubieran dado pistas a las acusaciones sobre su estrategia y eso es lo último que quieren hacer", destaca ayer a este diario el letrado de una de las acusaciones presente hoy en la Sala de vistas donde se ha celebrado la comparecencia de ambos. Vozpópuli intentó durante la tarde de ayer contactar con el letrado de Correa, José Antonio Choclán, para que explicara su posición, pero no atendió los requerimientos telefónicos de este diario.
De hecho, el silencio judicial ha sido una constante en estos dos presuntos dirigentes de la Gürtel durante los cinco largos años que dura ya la instrucción de la causa. Correa sólo declaró una vez ante el juez Baltasar Garzón, el primer responsable de la investigación, y lo hizo sólo tres días después de su detención y cuando las pesquisas estaban aún declaradas secretas. Más tarde, lo haría en otra ocasión ante el magistrado Antonio Pedreira, quien durante dos años tuvo en sus manos el caso por la presencia de aforadas en el mismo. 'El Bigotes', igual. Ayer, ambos se enfrentaban por primera vez a Ruz, un juez que hasta ahora ha echado para atrás unos tras otro todos los recursos que han presentado buscando la nulidad de las pruebas claves y, por extensión, de todo el sumario. Y, además, con el respaldo de los magistrados de la Sala de la Audiencia Nacional que hace sólo unas semanas dejaron meridianamente claro que aquellas escuchas ilícitas en prisión que le costaron la carrera judicial a Garzón no habían "contaminado" el resto de pruebas.
"Cerrada definitivamente la puerta de la nulidad, su defensa debe buscar otras puertas de salida", describe un letrado conocedor de la causa, quien recalca que "la contundencia de las pruebas y los informes periciales" que les incriminan les dejan poco margen de maniobra para intentar probar su inocencia. "Declarar hoy hubiera sido una torpeza por su parte", añade. ¿Por qué? "En estos casos la mejor opción es el silencio o, simplemente, negar, negar y negar. Si hubieran hablado, podían haber cometido un error y a estas alturas es lo último que les conviene", señala. Ayer Correa y Pérez se decantaron por la primera y, de este modo, parecen anunciar que dejarán los 'noes' para el juicio. "Son conscientes de que la carga de la prueba la tienen la Fiscalía y las acusaciones, y también de que algunos de los delitos de los que se les acusa, sobre todo el de cohecho, no es fácil de probar ante un tribunal", añade otro letrado personado en la causa desde el comienzo de las pesquisas.
De la nulidad a la indefensión
Sin embargo, ninguno de los abogados consultados a lo largo del día de ayer por Vozpópuli creen que 'Don VIto', 'El Bigotes' y otros imputados hayan decidido sentarse a esperar de brazos cruzados el inicio del juicio. "Hasta ahora han jugado a conseguir la nulidad del sumario, o bien por la ilegalidad de las escuchas que se les hicieron cuando estaban ya en prisión, o bien negando validez a las grabaciones del concejal de Majadahonda [José Luis Peñas] que destapó la trama, pero han fracasado. Muy posiblemente optarán a partir de ahora por plantear la indefensión", añade un letrado que, sin embargo, augura también escasas posibilidades de éxito a esta estrategia."Con la citación de este jueves, el juez no sólo ha querido darles la oportunidad de hablar y defenderse, sino también cercenarles este posible argumento jurídico" recalca un abogado. De hecho, el auto que dictó ya dejaba claro que el objeto de la comparecencia, entre otros, era “garantizar el correcto desenvolvimiento del derecho de defensa". En aquel escrito, el magistrado reconocía la procedencía de escucharles de nuevo “teniendo en cuenta que alguno de ellos declaró cuando la causa estaba secreta o antes de que llegara la documentación de comisiones rogatorias y que se incorporaran informes policiales y de unidades de auxilio a la causa y que vendrían a corroborar la comisión de los delitos objeto de imputación”. Una frase con toda la intención.
Pese a ello, la abogada defensora de Álvaro Pérez intentó ayer mantener a flote esta línea de defensa. Mercedes Alonso dejó claro ante el juez que la citación para declarar no se les había comunicado formalmente y que si estaban allí era porque "voluntariamente" así lo habían decidido ella y su cliente tras enterarse "por la prensa" del auto que les convocaba. Para subsanar el supuesto error, Ruz le explicó entonces a 'El Bigotes' de viva voz las razones de su citación. Un movimiento que no hizo que el considerado 'delegado' de la Gürtel en la Comunidad valenciana cambiara su decisión de acogerse a su derecho a no declarar. "Si su abogado decide utilizar este detalle para alegar indefensión en el futuro, tiene muy pocas posibilidades, por no decir ninguna, de que prospere", augura un letrado que recuerda que a ambos, así como a otros imputados, les espera un largo peregrinar de juicios que incluye otras seis causas en Valencia, la primera de ellas a punto de iniciarse en las próximas semanas.
Incluso, hay algún letrado que reconoce su "desconcierto" por la actuación de sus colegas de la defensa. "Tras perder toda esperanza de que se anulara la causa por las escuchas de la cárcel, su estrategia es errática, como si no pudieran ponerse de acuerdo entre ellos", asegura. Este abogado muestra su convencimiento de que "tal vez" han decidido ya jugarselo todo a plantear diversas cuestiones previas al inicio del juicio. ¿Con qué argumento jurídico? "Tal vez ni ellos lo sepan aún", añade. Otro, sin embargo, apuesta a que su gran carta está al final de la vista. "En ese momento procesal pueden alegar la vulneración de algún derecho fundamental como paso previo a un recurso ante el Tribunal Supremo si son condenados". ¿Posibilidades de éxito? "Yo creo que pocas o ninguna", destaca un tercer abogado cuando se le plantea las posibilidades expuestas por sus compañeros. "Siempre les queda alegar dilaciones indebidas por los cinco años que ha durado la instrucción y todo el tiempo que se retrase la celebración de la vista con el objeto de reducir las posibles penas", apunta a continuación.
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