Recientemente se celebró el Día Mundial de la Población, y el tema elegido por Naciones Unidas este año es el de las poblaciones vulnerables en las emergencias. Y especialmente vulnerables son las mujeres y las niñas ya que, durante situaciones como conflictos armados o desastres naturales, la salud sexual y reproductiva de las mujeres es ignorada y se agrava la violencia contra ellas.
A pesar de identificar este tema como clave, la falta de avances en la defensa de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres en la Sesión de la Comisión Sobre el Estatus de la Mujer que se ha celebrado este mismo año en Nueva York dificulta todavía más la protección de sus derechos en contextos de emergencias.
En su actuación en estos contextos, nuestra organización presta especial atención al componente de género y a la salud integral de las mujeres, incluyendo la vertiente de salud mental.
Otro de los retos en materia de población que no es posible posponer es el número y las condiciones de vida de personas desplazadas y refugiadas, que en su mayoría son mujeres y niñas. Según datos del ACNUR, en 2014 se alcanzó la cifra récord de 59,5 millones de personas desplazadas de manera forzosa en el mundo.
Por otro lado, el constante aumento de la población mundial - 7.000 millones en 2011, frente a los 2,5 millones registrados en 1950- conlleva grandes retos, puesto que afecta a la sostenibilidad, el urbanismo, el acceso a los servicios de salud y a las posibilidades de futuro de los jóvenes, que ya superan los 1.800 millones de personas. Muchos de ellos siguen luchando contra la pobreza, las desigualdades y las violaciones de los derechos humanos que les impiden desarrollar su potencial colectivo y personal
 
Reivindicaciones y fracasos
Las organizaciones de sociedad civil pelean porque los avances en materia de población y desarrollo se consoliden sobre la base de los derechos humanos -y en particular la igualdad de género-, y contemplen la necesidad de servicios de salud sexual y reproductiva globales, la educación integral sobre la sexualidad, los derechos reproductivos de las mujeres y las niñas y hagan frente a las leyes discriminatorias.
Así lo exigieron durante la última Comisión de Población y Desarrollo, celebrada el pasado mes de abril. Un encuentro que puede calificarse de "fracaso", ya que por primera vez terminó sin un documento final negociado.