Leao… la fidelidad del perro llega incluso más allá de la muerte
Lunes, 29 de abril de 2013 | e6d.es
• Su imagen recorrió el mundo por que se negaba a abandonar la tumba de su dueña
Existen pocas lealtades más fieles que el amor del perro Leao, quien estuvo dos días consecutivos acostado en la fosa común donde enterraron a su dueña, Cristina María Cesario Santana, una de las cientos de víctimas de las catastróficas inundaciones y derrumbes en Brasil.
La lealtad de Leao ha sido admirada por miles que han compartido las fotos publicadas de la triste escena por medios de diferentes países.
La historia tras la foto
La cadena de noticias CNN reportó que el Leao, un sato marrón de tamaño mediano, fue visto por lo menos por dos días consecutivos junto a la fosa de su ama. La foto fue tomada el sábado 15 de enero de 2011 por Vanderlei Almeida, de la agencia de noticias francesa AFP/Getty Images, en el cementerio ubicado en la región montañosa al noreste de Río de Janeiro. “Una triste historia”, comentó CNN, que promedió actualizar el relato tan pronto tenga más información. El Daily Mail Reporter, de Gran Bretaña, resumió bien la imagen: “Después de la avalancha de fotografías de paisajes devastados, esta escena es una que quizá resume la pérdida que las inundaciones han traído a Brasil”.
Leao
Este perrito era callejero hasta que lo rescató la familia de Cristina María Cesario Santana, quienes vivían en Teresópolis, lugar que se encuentra entre los más afectados por las inundaciones y derrumbes.
Cuando la casa de Cristina y otros tres miembros de su familia fue arrasada por el alud de tierra, Leao pudo
salir con vida, pero los cuatro ocupantes de la familia de la que formaba parte, fallecieron.
En el momento en el que llegaron los rescatistas, encontraron a Leao o Caramelo como lo llaman los vecinos de cariño, mientras buscaba los restos de sus dueños entre los escombros, mismos que encontraron gracias a la ayuda del perrito.
Y ahora que los tres ocupantes de la casa en donde vivía el can fueron enterrados, Leao se niega rotundamente a dejar la improvisada tumba de Cristina en el panteón de Teresópolis, mientras su imagen recorrió Brasil y el mundo entero como testigo de la tragedia que se vivió en ese país, pero también como prueba irrefutable de que la fidelidad del perro llega incluso más allá de la muerte.
