Revuelto es el torrente que fluye por el río Merseyside a escasas semanas para acabar la temporada, el Liverpool se enfrenta por tercer año consecutivo a una vitrina vacía de títulos y objetivos, su eliminación a manos del Aston Villa en las semifinales de la FA Cup o la estrepitosa caída frente al Hull City jugándose el descenso lo alejan un poco más de una próxima comparecencia europea.
Nada tiene que ver este Liverpool con el del pasado ejercicio, la marcha de Luis Suárez al FC Barcelona ha dejado un vacío irremplazable en la línea atacante, Sterling o Sturridge entre lesiones y mal juego no han sabido levantar con un número elevado de goles al equipo, tampoco otro de los sustitutos del charrúa, el excéntrico Balotelli ha aportado nada nuevo al equipo, con participaciones testimoniales y una actitud demasiado pasiva ante las circunstancias y exigencias.
Pero el problema del Liverpool no es únicamente un problema de delanteros, es una combinación de eventos drásticos y catastróficos que han ido asolando Anfield desde principios de temporada. El desembarco de futbolistas que llegaron desde Southampton (Lallana, Lambert y Lovren) no han aportado una continuidad ni participación masiva al equipo, así como el fichaje de Marković. Alberto Moreno se muestra muy irregular, alternando partidos buenos con malos, en Manquillo no se termina de confiar, Coutinho ha tenido 5 partidos buenos mientras se le ha esperado sin suerte los 20 restantes, Kolo Touré es una bendición para los delanteros rivales y Steven Gerrard abandonará el equipo a finales de temporada cerrando uno de sus peores años capitaneando a los reds.
Brendan Rodgers no consigue dar con la tecla, tras un mal inicio, en el tramo intermedio del campeonato el equipo pareció reaccionar,encadenó una magnifica racha de imbatibilidad que le fue acercando a los puestos europeos, pero los fantasmas parecen haber vuelto y la Europa League aún resiste aterrizar a orillas del Merseyside. El sueño europeo que trajo el gran año de Suárez se esfumó más pronto que tarde en un grupo asequible pese a tener al Real Madrid (Ludogorets y Basilea) y las semifinales de copa volaron a manos de un Villa que se juega no caer en el abismo del descenso. Toda aquella corriente positiva que había envuelto al equipo ha quedado lastrada tras sendos batacazos de Wembley y el recientemente del KC Stadium.
Los cadáveres comienzan a llegar al río, el olor a podrido comienza a emanar mientras el equipo intenta esquivar entre ásperas fintas y regates un futuro tan revuelto como incierto.
* Yasser Tirado escribe en "El fútbol es injusto (a veces)". Recomendamos la visita a este espacio.
* Foto: futbol.univision.com