Todos los días se suceden robos en cualquier parte del mundo. Muchos de ellos no pasan de ser pequeños hurtos sin relevancia ni interés mediático, pero hay otro tipo de robos, mucho más espectaculares, que se han llevado a cabo con maestría y astucia, dejando en evidencia la seguridad policial y convirtiéndose en fuente de inspiración para numerosas películas. En estas líneas no encontrarán todos los que se han protagonizado, pero sí los más espectaculares.
Asalto al tren de Glasgow
Durante muchos años ha sido considerado como el robo más importante del siglo XX. El botín sustraído fue de 2,6 millones de libras (3 millones de euros), todo un récord entonces y hoy equivaldría a unos 46 millones de euros. El famoso golpe se perpetró la madrugada del 8 de agosto de 1963, por lo que este año se cumple el cincuenta aniversario. El tren correo, que circulaba de Glasgow a Londres cargado de dinero, fue asaltado por una banda de 15 hombres dirigidos por Bruce Reynolds, que falleció el pasado 28 de febrero a los 81 años. No utilizaron armas de fuego. Sin embargo, el conductor del tren, Jack Mills, fue golpeado en la cabeza con una barra de hierro durante un forcejeo. Trece de los quince integrantes de la banda fueron capturados gracias a las huellas dactilares que dejaron en un Monopoly con el que jugaron mientras se escondían de la policía. Reynolds logró burlar a la justicia durante cinco años y fue finalmente capturado en 1968 en Inglaterra, donde cumplió condena hasta 1978. La película
Buster, interpretada por Phil Collins en 1988, se basa en esta famosa historia.
Centro de Diamantes de Amberes
Podría decirse que se trata del robo perfecto y el mejor planificado de todos los tiempos. Una banda de atracadores italianos se hizo con un botín de 100 millones de euros en 2003 en una de las ciudades con más riquezas del mundo. Los ladrones tuvieron que superar diez niveles de alta seguridad, y aún así, consiguieron robar los diamantes sin dejar huellas. Tampoco usaron la violencia para conseguir su objetivo. Diez años más tarde, el botín todavía no ha aparecido, aunque sí se logró detener al jefe de la banda, Leonardo Notarbartolo, condenado a 10 años de prisión. El cineasta J.J. Abrams, creador de Perdidos, planea trasladar próximamente a la gran pantalla esta trepidante historia.
Hace un mes y medio otro robo de película alertó a la industria del diamante. Un grupo de hombres armados robó un cargamento de diamantes valorado en 50 millones de dólares (unos 37,4 millones de euros) en el aeropuerto internacional de Bruselas. Los ocho asaltantes entraron en el recinto del aeropuerto a bordo de dos vehículos y amenazaron con armas de fuego a la comitiva que transportaba las joyas para que los entregaran. Los ladrones iban disfrazados con uniformes de policía y cometieron el robo en apenas cinco minutos. Hasta el momento no ha habido detenidos.
Museo Isabella Stewart Gardner de Boston
El robo de arte más grande de la historia se dio en este museo la noche del 18 de marzo de 1990 con un botín de 300 millones de dólares. Los ladrones se llevaron trece obras de arte de Degas, Rembrandt y Vermeer, y al salir también cogieron las cintas de seguridad. El golpe fue simple e increíblemente eficaz, ya que los dos ladrones, disfrazados de policías, accedieron al recinto cuando ya estaba cerrado, asegurando que venían por una llamada de emergencia. Una vez allí, redujeron a los guardias de seguridad y recorrieron las galerías del museo a su antojo. Los ladrones siguen en paradero desconocido, pero hace poco responsables del FBI aseguraron que creen saber dónde fueron transportadas las obras de arte y conocer la identidad de los cacos.
Depósito de seguridad de Securitas en Kent
En febrero de 2006 una banda de ladrones entró en un almacén de la empresa Securitas en Kent llevándose consigo 53 millones de libras (unos 77,8 millones de euros). La cifra lo convierte en el mayor atraco de la historia del Reino Unido, por delante del registrado en la sede del Northern Bank en Belfast en diciembre de 2004, en el que fueron robados 26,5 millones de libras (38,5 millones de euros). Los ladrones fueron intrépidos: dos de ellos vestidos como oficiales de policía acudieron a la casa del director del depósito en Kent para informar a su esposa que su marido había sufrido un accidente de coche. Una vez dentro, la tomaron como rehén, así como a su pequeño hijo. Mientras, el director del depósito fue detenido en una carretera por otros miembros de la banda enmascarados y armados, que lo llevaron al Securitas Depot y lo obligaron a abrirlo, haciéndose con el preciado botín. Todos los involucrados fueron detenidos y juzgados.
El director estadounidense Darren Aronofsky, autor de El cisne negro o El luchador, entre otras películas, tiene previsto llevar al cine esta historia.
Joyería Harry Winston de París
El 4 de diciembre de 2008 cuatro atracadores armados entraron en esta céntrica joyería parisina a plena luz del día y se hicieron con joyas por valor de 85 millones de euros. El establecimiento estaba repleto de gente. Los atracadores, algunos disfrazados de mujeres con pelucas rubias y gafas de sol, los arrinconaron en una esquina del local y, sin pegar un tiro, comenzaron el saqueo. Tardaron solo 15 minutos en cometer el robo, el mayor perpetrado nunca en Francia. Un año antes, el establecimiento ya había sufrido uno de los robos más importantes perpetrados en el país en las últimas décadas. Entonces, el montante fue de unos 20 millones de euros en piezas de alta joyería.
Depósito de Knightsbridge en el Reino Unido
Uno de los grandes robos de la historia ocurrió el 12 de julio de 1987, cuando el italiano Valerio Viccei, junto a un cómplice, logró llevarse la suma de 60 millones de libras del Knightsbridge Safe Deposit Center, ubicado en la localidad de Knightsbridge, en Inglaterra.
Para obtener su objetivo, los dos hombres pidieron alquilar una caja de seguridad. Tras acceder a la bóveda ataron al director y a los guardias de seguridad. Valerio colgó un cartel en el exterior que indicaba que el depósito estaba cerrado temporalmente para disuadir a los clientes y luego introdujo más cómplices. La banda saqueó las cajas de seguridad a su antojo. Valerio huyó a América Latina, mientras sus cómplices fueron arrestados, pero fue capturado poco después al regresar a Inglaterra para recuperar su preciado Ferrari Testarossa. Fue condenado a 22 años de prisión. En el año 2000 fue asesinado durante un tiroteo con la policía.
Banco de Bagdad
El último de los robos más grandes tuvo lugar el 18 de marzo de 2003 en el Banco Central de Bagdad, en Iraq. No hizo falta ni una planificación cuidadosa ni se utilizó la fuerza bruta. Fue simple y eficaz. Un día antes de que las fuerzas de la coalición comenzaran a bombardear el país, Saddam Hussein envió a su hijo Qusay a hacer un retiro en su nombre con una nota manuscrita. En una operación que llevó casi cinco horas, Qusay supervisó cómo se llenaban cajas con billetes de 100 dólares y eran depositadas en tres camiones. En total la suma ascendía a unos mil millones de dólares. Como se sabe, Hussein fue capturado en diciembre de ese año y su hijo fue asesinado por tropas estadounidenses. Cerca de 650 millones fueron encontrados por soldados de EE.UU ocultos en las paredes de uno de los palacios, pero los restantes 350 millones se consideran perdidos.
Y no nos alejamos de la capital iraquí porque unos años después, el 11 de julio de 2007, tuvo lugar otro robo histórico a un banco del país, el Dar Es Salaam. La mañana del 12 de Julio de ese año los empleados del banco fueron a trabajar y se encontraron con la puerta abierta. Faltaba todo el dinero. Se cree que los tres guardias de seguridad que trabajaban en el lugar fueron los responsables del robo de 282 millones de dólares. Se desconoce cómo pudieron burlar diversos controles de seguridad, pero las investigaciones apuntaban a que contaron con la colaboración de la policía. Hasta la fecha no se ha podido dar con el paredero de los ladrones ni con el botín.
Banco Central de Fortaleza en Brasil
Una banda formada por unos 35 hombres se llevó de este banco 150 millones de reales (unos 52 millones de euros) en el fin de semana del 6 y 7 de agosto de 2005. Fue un robo de película, sumamente planificado, en el que los ladrones excavaron un túnel de unos 80 metros que llevaba directamente a las bóvedas donde se guardaba el dinero. La banda alquiló una casa vecina y la utilizó para crear una supuesta empresa de jardinería. Desde la vivienda se dedicaron a excavar el túnel, que les llevó tres meses de intenso trabajo. Pese a que fueron capturados casi todos los integrantes de la banda, las autoridades solamente han podido recuperar poco más del 10 por ciento del dinero robado. La película Asalto al banco central (2011), dirigida por el cineasta Marcos Paulo está inspirada en este suceso.
Banco Société Générale de Niza
Albert Spaggiari fue el organizador del espectacular "robo del siglo" a la sede del banco Société Générale de Niza, ocurrido entre el 16 y el 20 de julio de 1976. Junto a su equipo de compinches construyeron durante tres meses un túnel en las alcantarillas de la ciudad que llegaba hasta la pared subterránea del banco. Se estima que robaron unos 60 millones de francos en efectivo, bonos y bienes. "Sin armas, sin violencia, sin odio" fueron las famosas palabras que dejó escritas en una pared del banco.
Durante el juicio, orquestó un plan de fuga y se lanzó hacia una ventana abierta donde aterrizó sobre el techo de un coche estacionado y huyó en una motocicleta que le estaba esperando. Jamás volvió a ser atrapado. En 1979, tras un pacto secreto con una editorial, publicó su autobiografía, detallando los pormenores del robo. Aseguró que no se había quedado nada de dinero y que lo había enviado a la gente oprimida de Yugoslavia, Portugal e Italia. Murió el 8 de junio de 1989 a causa de un cáncer de garganta.
En 2008 el director francés Jean-Paul Rouve llevó a la gran pantalla la historia.
Furgón blindado de la empresa "Candi S.A."
En España, el robo más sonado es, sin duda, el que protagonizó El Dioni hace ya casi 24 años. El 28 de julio de 1989, Dionisio Rodríguez Martín era el jefe de la custodia de un furgón blindado de la empresa de seguridad Candi S.A. A las diez de la mañana de ese día tomó la decisión de robarlo, según comentó años después. Aprovechando la ausencia de sus dos compañeros se fugó con los 298 millones de pesetas.
El Dioni asegura que entregó parte del botín a tres amigos y posteriormente viajó a Brasil. Allí cambió de imagen y vivió por todo lo alto. Fue detenido por la policía brasileña el 19 de septiembre de 1989 y pasó diez meses en prisión hasta su extradición a España. Salió de la cárcel en mayo de 1995 en libertad condicional, tras cumplir tres cuartas partes de la pena de tres años y cuatro meses que le habían impuesto. Del dinero robado se pudo recuperar 175 millones de pesetas. El delito provocó la bancarrota de la empresa Candi.
La autora de este texto es Astrid Meseguer. Leer artículo completo e hilo debate en su fuente original: lavanguardia.com