• "Los mismos que piden la prohibición de entrada de extranjeros en el país, adoran a Messi y Ronaldo, que defraudan a Hacienda millones"
Hoy han llegado a España los 629 inmigrantes rescatados en el Mediterráneo. Han llegado tras la vergonzosa negativa del gobierno italiano, que no solo no ha permitido atracar el barco en su país, sino que lo ha vendido al mundo como una victoria. Bochornoso. Finalmente, estas personas, entre las que se encuentran 100 menores, 80 mujeres —algunas embarazadas— y 450 hombres han llegado al puerto de Valencia en tres barcos, el Aquarius de la ONG SOS Méditerránee, y dos barcos de la Marina Italiana, el Datillo y el Orone. A partir de ahora, los recibirá un equipo formado por más de 2000 personas para evaluar su caso individualmente. Hay quien asegura que esta entrada favorecerá el efecto llamada y pronto Europa será invadida. Otros afirman que si entran a España, el país se empobrecerá, puesto que no pagan impuestos y la carga fiscal recaería sobre los mismos. No se engañe. El problema no es que vengan extranjeros a nuestros países. Los mismos que piden la prohibición de entrada de extranjeros en el país, adoran a Messi y Ronaldo, que defraudan a Hacienda millones. Lo que no nos gustan son los pobres, la chusma. Quizá si empleáramos el dinero que nuestros dirigentes han dilapidado en tramas corruptas, ahora no nos plantearíamos semejantes disparates. Yo, por mi parte, prefiero no rescatar bancos ni autopistas y dar dignidad a los inmigrantes que huyen de la barbarie. En este asunto no se puede ser equidistante. Hay que rescatar a estas personas porque si no, sencillamente, se mueren. Si usted no está de acuerdo con su rescate puede que sea un asesino. ¿O puede usted dormir tranquilo sabiendo que ha permitido morir a gente, por no dar acogida? No hay nadie tan estúpido para arriesgar su vida ni la de sus hijos para que le den una paguita en un país extranjero. El problema que tienen estas personas —aparte de ser negras y pobres— es que las hemos visto. Porque si fallecen en el viaje sin que ni usted ni yo lo hubiéramos sabido, pues al menos podríamos justificarnos. Pero no. Ya los hemos visto. Y en el fondo, nos miran a los ojos y nos dicen que se mueren. Y no mueren por placer. Mueren porque sus países están en guerras con la aquiescencia de occidente, para esquilmarles las materias primas. Donde asesinan y violan a sus mujeres, donde una noche unos milicianos entran en las casas y disparan indiscriminadamente. ¿De verdad usted no huiría?
Diego Gafo
* Diego Gafo es colaborador de El Seis Doble. Su espacio, aquí. * Diego Gafo es autor del blog "Las cosas de DIEGVS".