Así empezaban la mejores cartas que hemos escrito en nuestras vidas. Eran unas cartas llenas de ilusión y esperanzas. Textos llenos de inocencia en los que pedíamos muchas mas cosas aparte de los juguetes con los soñábamos. Nada podía rompernos esa cara de emoción al dejar la carta en el buzón (nunca he sabido que hacían los señores de Correos con ellas, sería cruel que tirasen tanto sentimiento dobladito en cada sobre a la basura). Todo cambió cuando un tiempo después nos robaron los sueños contándonos la mentira esa de que no existen y ese día se nos cayeron los palos del sombrajo. En el más desconsiderado de los spoilers nos dijeron que los Reyes Magos eran los padres. Mienten.
Los Reyes Magos existen aunque no repartan juguetes. Existen aunque seas republicano, porque la verdad es que bien mirado, ni sabemos cuantos eran ni si eran Reyes. Existen porque hay seres que tienen el poder de salvarnos al hacernos revivir la ilusión y las ganas de creer en un futuro digno para todos. Párate a pensar, seguro que conoces algunos, aunque no tengan la pinta de Rey Mago sino la del que se juega la vida en el mar por los que llegan indefensos, el que ayuda en los comedores sociales o incluso el quiosquero de la esquina.
El mago puedes ser tú, o tu vecino o hasta podría decir que alguna vez yo mismo, sin quererlo. Para ser un mago auténtico no hacen falta grandes trucos ni chisteras con un poco de voluntad y una sonrisa casi siempre vale. Verás como haciéndolo podrás revivir ese nosequé que no recordabas ya que tenías porque pensabas que te lo habían extirpado en el último recorte. Pero todavía está y te hará conseguir cosas que ahora crees imposibles porque estás sumido en la oscuridad en la que nos han metido, con engaños, “los magos del lado oscuro” que también existen. Suelen ser los del Gobierno o los abusones que se creen con derecho a robarnos los sueños. Igualito que en la Guerra de las Galaxias (StarWars para los cool), mira tú. Pero piensa que si ellos son el Imperio, nosotros estamos aprendiendo a ser los rebeldes (lo siento, se me ha ido la pinza pero seguro que me entiendes). Sólo es cuestión de creer en ti mismo, sacarte de encima la losa que nos han puesto a todos y levantar la cabeza para tomar aire fresco. Todo está cambiando y tú puedes formar parte de ese cambio. Levántate, sal del hoyo y descubrirás que existen más cosas que nos niegan pero que son nuestras.
Debes dar el paso porque compadeciéndose en el sofá no se llega muy lejos ¿verdad? Además, ¿has pensado alguna vez que después de todo lo que nos han hecho poco tenemos que perder ya? Estamos en ese punto del que nos hablaba Vicent Andrés Estellés, “porque llegará un momento en el que ya no podremos más y entonces lo podremos todo”. Parece que la chispa ha prendido y esto está cambiando, las elecciones en Cataluña y la CUP que se resiste a entregarse a “lo viejo”, los resultados inauditos en España que casi seguro nos llevarán a unas nuevas elecciones en las que tendremos la oportunidad de reafirmarnos en que estamos hasta las narices y necesitamos otras formas de hacer las cosas. Parece que sólo falta tu aliento para que se avive la llama del cambio frente a los expolios de los que tanto nos hemos quejado.
Por eso yo voy a sentarme a escribir una carta, como las de antes, a mi mago favorito TU. Quiero pedirte ilusión y ganas de romper con el círculo de mugre, injusticia e inmundicia en el que andamos metidos. Por lo menos fuerzas para intentar arrancar fuerte este año que empieza y que promete ser muy emocionante porque ya hemos comprendido que no somos nosotros los que debemos sentir vergüenza y nadie puede hacernos agachar la cabeza. Un año repleto de cambios en el que espero poder estar con vosotros. Un año en el que soñar en volar muy alto como antes hicimos.
Y ahora voy corriendo a abrir mis regalos. No son caros, no hace falta, son esas las cajas llenas de ilusión y buenos sentimientos que no se venden en ningún sitio y que comparto con vosotros. Seguro que tenéis unas cuantas porque he pedido también para vosotros.
Foto: El Español.
Salva Colecha
* Salva Colecha es colaborador de El Seis Doble. Su espacio, aquí.
* Salva Colecha es autor del blog "En zapatillas de andar por casa".
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