Los siete países más ricos podrían financiar ellos solos la mitad de los fondos necesarios para acabar con las cuatro hambrunas
Jueves, 25 de mayo de 2017 | e6d.es
• "Los fracasos a nivel político han generado estas crisis”
Oxfam (Oxfam Intermón en España) ha urgido a los líderes del G7 que se reúnen en Taormina (Sicilia) a destinar de forma inmediata 2.580 millones de euros para financiar aproximadamente el 50% del llamamiento urgente de las Naciones Unidas para combatir la hambruna que amenaza a Sudán del Sur, Yemen, Somalia y Nigeria y evitar que más personas mueran de inanición. Sin una respuesta inmediata y contundente, esta crisis estará fuera de control. Retrasar la respuesta solo supondrá más muertes. La hambruna afecta ya a 100.000 personas de distintas zonas de Sudán del Sur y amenaza con extenderse a Yemen, Somalia y el noreste de Nigeria. Pero aún es posible evitar su propagación si los líderes del G7 actúan de forma inmediata proporcionando una inyección masiva de fondos, acompañada de medidas diplomáticas efectivas para poner fin a los prolongados conflictos que han provocado esta crisis alimentaria. "Los fracasos a nivel político han generado estas crisis”, afirma Winnie Byanyima, directora ejecutiva de Oxfam Internacional. “Por tanto, para resolverlas es necesario liderazgo político. Los líderes del G7 no pueden abandonar Taormina sin proporcionar financiación urgente y soluciones claras para abordar las causas subyacentes de estas crisis: los líderes más poderosos del mundo deben actuar ahora y no quedarse de brazos cruzados para evitar que se produzca una catástrofe". "Nuestro mundo lleno de abundancia está viviendo cuatro hambrunas sin precedentes. Si los líderes del G7 viajaran a cualquiera de estos cuatro países, verían por sí mismos cómo la vida se está volviendo imposible para muchas personas: muchos están muriendo de forma dolorosa a consecuencia del hambre y las enfermedades". Si cada Gobierno del G7 contribuyera de forma equitativa conforme al tamaño de su economía al llamamiento de las Naciones Unidas de 5.600 millones de euros para los cuatro países, Oxfam estima que se recaudarían casi la mitad de los fondos necesarios. Los llamamientos de las Naciones Unidas tan solo han recibido el 30% de los fondos solicitados para esos cuatro países. Ninguno de los países del G7 ha proporcionado la financiación que le correspondía para los cuatro países.
Los compromisos del G7 en seguridad alimentaria y nutrición En 2015, el G7 se comprometió a sacar del hambre y la desnutrición a 500 millones de personas. Sin embargo, a día de hoy, 30 millones de personas en cuatro países padecen hambre severa, de los cuales 10 millones se encuentran en situación de hambruna y precisan ayuda urgente. Se estima que el número de personas que sufren inseguridad alimentaria aguda ha aumentado cerca de un 40% en los últimos dos años. Los líderes del G7 deberían cumplir con los compromisos adquiridos en la lucha contra el hambre y la desnutrición y dar más importancia a la prevención de crisis y el desarrollo de la resiliencia de los pequeños agricultores.
Conflicto y hambre Además de proporcionar fondos para los llamamientos de las Naciones Unidas, los líderes del G7 deben presionar para que se acuerden ceses de hostilidades de forma inmediata y se inicien procesos de paz inclusivos, así como para promover el acceso seguro de las organizaciones humanitarias allí donde tienen dificultades para proporcionar ayuda a las personas que más lo necesitan. Los conflictos han obligado a millones de personas a abandonar sus hogares y comunidades, despojándolos de sus tierras, empleos, alimentos y mercados. En el caso de Yemen, diversos países, incluidos miembros del G7, siguen proporcionando armas, munición, equipamiento militar, tecnología o apoyo logístico o financiero para acciones militares, contraviniendo así las normas de la guerra. En Sudán del Sur, tras tres años de conflicto, hay más de 3,5 millones de personas desplazadas, entre ellas dos millones de niños y niñas. También continúa activo el conflicto en Somalia donde Al Shabaab, así como otros actores, limitan el acceso a las poblaciones en situación de necesidad. El conflicto en Nigeria se ha extendido a los vecinos Níger, Chad y Camerún, obligando al 2,7 millones de personas a huir y dejando a 11 millones de personas en situación de emergencia. El hambre y la hambruna son claros síntomas de otros problemas acuciantes como el cambio climático, la migración y la desigualdad, que también se han de abordar de forma conjunta para lograr progresos.
Cambio climático El cambio climático no es una amenaza lejana, sino que está contribuyendo a alimentar el desastre humanitario de Somalia y otros países del Cuerno de África. El grave sufrimiento del que somos testigos constituye el llamamiento más enérgico posible para que los líderes del G7 adopten medidas contra el cambio climático. Los miembros del G7 deben dejar claro su compromiso para poner en práctica el Acuerdo de París. Es fundamental que de esta cumbre no salgan más excusas, sino acciones claras y contundentes contra el cambio climático.
Migración Cuando los líderes del G7 han decidido reunirse en un lugar tan simbólico como Sicilia, en la costa frente a la que miles de personas están muriendo en su intento de encontrar seguridad y protección, es reprobable que pretendan ignorar el sufrimiento de los refugiados y migrantes a las puertas de su lugar de reunión, así como el desafío que la migración y el desplazamiento forzado representan. Los países ricos deben mostrar compasión, abordar este desafío, ejercer un liderazgo global positivo y acordar medidas concretas para proteger los derechos y la dignidad de las personas migrantes.
Desigualdad Cuando una de cada diez personas se acuesta con hambre cada noche, la hambruna es la forma más extrema de desigualdad y es, en sí misma, una consecuencia de la inestabilidad que la desigualdad contribuye a generar. Oxfam hace un llamamiento a los líderes del G7 a comprometerse a desarrollar un plan de acción exhaustivo para abordar la creciente desigualdad, en línea con el compromiso incluido en la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible.