Madrid sueña durante estos días con un futuro donde la robótica ocupe un papel más intenso en la vida diaria de las personas. Con máquinas humanoides que ayuden con las tareas más tediosas o complejas, codo con codo con los humanos. La capital ha acogido esta semana el congreso Humanoids 2014, un evento que concluye hoy y que ha visitado España por primera vez, después de trece ediciones por todo el mundo, las últimas en Atlanta (2013) y Osaka (2012). "Se trata del congreso más importante del mundo en el ámbito de los humanoides, los robots más avanzados que existen en la actualidad", explica el catedrático Carlos Balaguer, del Robotics Lab de la Universidad Carlos III de Madrid. El tema central de este año es "Los humanos y los robots cara a cara", lo que confirma el creciente interés en el campo de la interacción y la cooperación humano-humanoide, especialmente en la vida diaria en entornos reales.
La cita, celebrada en el Hotel Meliá Castilla y organizada por la universidad madrileña ha acogido tanto empresas privadas como organismos públicos y educativos. Un total de 17 expositores de países como Inglaterra, Alemania, Italia o, por supuesto, España. Los humanoides de tamaño completo más avanzados, capaces de andar, hablar o coger objetos -como Icub, Reem-C o Teo- (VER FOTOGALERÍA) ha compartido espacio estos días con otros más pequeños, usados para investigación, como juguetes o tareas de educación en los colegios o en el hogar. También tecnologías concretas como manos robóticas complejas de cinco dedos o cámaras que imitan el comportamiento de un ojo humano. Además decenas de expertos, presentaciones, competiciones han tenido lugar estos días y más de 400 invitados de 30 países diferentes han conversado e intercambiado pareceres sobre el futuro de este campo.
"Queda mucho por investigar"
Un futuro aún muy lejano, en opinión de Santiago Martínez de la Casa. Al menos en cuanto a lo que todos imaginamos y las películas nos han mostrado sobre los robots humanoides. Este investigador del Robotics Lab de la Universidad Carlos III de Madrid no cree que nadie de nuestra generación llegue a ver una máquina de este tipo en su casa, haciendo la cama o fregando los platos.
"La tecnología necesaria para ese tipo de robots no ha llegado aún. Ya no sólo a nivel mecánico, sino a nivel computacional de desarrollo de software que puedan realizar tareas complejas de una forma eficiente y sin cometer errores y de forma segura queda mucho por investigar", considera.
Precisamente la capacidad de realizar una "interacción segura" es lo que este experto considera el principal escollo. "Lograr esto es muy muy complejo y conlleva muchos elementos diferentes. Ya no se trata de programar una cierta cantidad de movimientos sino de crear un software que permita un funcionamiento autónomo y para eso se necesita una cierta inteligencia, emotividad… y ya entraríamos en temas de inteligencia artificial y de aprendizaje, de como se hacen tareas de forma eficiente y segura... Y aquí queda muchísimo trabajo por hacer", reconoce. En ese trabajo España también está aportando su granito de arena, con un buen nivel investigador pero con un sector industrial algo más atrasado, asegura.
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