Matrix está por todas partes

Miércoles, 5 de marzo de 2014 | e6d.es
• "El Atlético es una anomalía en Matrix. Es una disfunción temporal que debe ser eliminada. Como en su día se borró a Sevilla, Deportivo o Valencia"

Matrix se ha puesto manos a la obra. El que se mueve no sale en la foto y no faltan manos para azotar a quien señale el capataz. Algunos agentes reciben de buen grado la consigna, se prestan al servicio y agachan la cabeza. Otros, consagrados desde hace años a la causa, contribuyen con entusiasmo, porque anhelan recibir una palmada en la espalda por haber sido payasos de una banda sonora popular: balada triste de trompeta. Unos hacen acopio de idearios pueriles, otros de un sentido del humor sin límites, algunos de un cinismo sin fronteras y al fondo, a la derecha, ultrillas de poca monta ejercen de replicantes.
El Imperio contraataca. Ya no es época de villarato, no toca justificar cada derrota con un placebo arbitral fabulado. Ahora la clasificación manda y es tiempo de poner el altavoz a todo volumen. Decibelios a tope, el objetivo pasa por evitar que el personal pueda pensar por sí mismo. Más allá del Matrix original, nace suerte de reinserto, un Matrix Reloaded donde los telepredicadores se empeñan en convencer al universo de que el árbitro nunca ayuda al equipo de siempre. La idea: anular cerebros. El método: inculcar patrañas por vía ocular y rectal. El motor: la plantación tiene dueño y el algodón no se recoge sólo. Protocolo: el amo y la milana bonita. El escenario: encuestas surrealistas y debates del absurdo. La mano de obra: monstruos de barraca de feria entregados a lesionar la dignidad y el criterio del espectador. En caso de duda, periodismo.
El Atlético es una anomalía en Matrix. Es una disfunción temporal que debe ser eliminada. Como en su día se borró a Sevilla, Deportivo o Valencia. Alternativas de poder que estorban al de siempre y vulneran el código deontológico no escrito del suministro de estramonio, que tiene reglas concretas. Primera regla: si le pegan patadas al de siempre es violencia, pero cuando las pega el de siempre, se trata de un equipo competitivo. Segunda regla: si el árbitro perjudica al de siempre es un robo, pero si perjudica al rival, es una anécdota. Y tercera regla: programa a programa, tertulia a tertulia y columna a columna, el rival del equipo de siempre tiene que tirar el dado. Si saca del uno al cinco, pierde. Y si saca seis, vuelve a lanzar otra vez. El autor de este texto es Rubén Uría. Leer noticia completa y ver hilo de debate en eurosport.yahoo.es.