Voracidad recaudatoria. Esa es la máxima que impera en el Ministerio de Hacienda que dirige Cristóbal Montoro, con una deuda pública que ha superado el billón de euros, la mayor en 150 años y la necesidad imperiosa de recaudar dinero para reducir el déficit tal y como se ha comprometido con Bruselas, la reforma fiscal aprobada por el Gobierno está llena de trampas. Es un dato objetivo y no opinable que el Gobierno de Rajoy ha perpetrado la mayor subida de impuestos de la Democracia, mucho mayor que la de Borrell en el Gobierno de Felipe González. Y es una evidencia demostrable que el PP incumplió su programa electoral en el que prometió bajar impuestos a pesar de la enorme crisis que atravesaba España en 2011.
Otra promesa electoral incumplida
Para redondear su mensaje de que la crisis había terminado y la recuperación económica ya está en marcha, el Gobierno anunció que bajaba los impuestos, curiosamente para 2015, año electoral primero de municipales y autonómicas y -si se cumple el calendario- de generales en noviembre de ese mismo año. Lo que ocurre es que en 2012 la Vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría afirmó en rueda de prensa que la subida de impuestos era “temporal” y por un año. Lo que iba a ser por un año acaba siendo para casi toda la Legislatura y la bajada de impuestos no es tal, una vez que se descubren las trampas de Montoro.
Los autónomos
Desde que estalló la crisis el número de autónomos ha crecido exponencialmente en España. Muchos trabajadores despedidos o gente que busca empleo y no lo encuentra, opta por convertir se en autónomo para ‘buscarse la vida’. Cuando el PP llegó al Gobierno el IRPF de los autónomos era de un 15%, así lo mantuvo el Gobierno de Zapatero en los peores años de la crisis guiado por el criterio de que no se podía asfixiar a este sector. En julio de 2012 el Gobierno subió el IRPF de los autónomos al 21%, seis puntos porcentuales de una tacada. Y el Gobierno lo decidió en un consejo de Ministros sin anunciarlo. Leer noticia completa en
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