Muere el guardián del experimento más largo de la historia
No ha podido ver con sus propios ojos cómo caían las famosas gotas de brea de la prueba
El profesor John Mainstone, quien durante 52 años custodió el experimento más largo del mundo, murió el pasado 23 de agosto a los 78 por causa de un derrame cerebral sin poder ver con sus propios ojos cómo caían las famosas gotas de brea de la prueba.
Durante todo el tiempo que Mainstone se dedicó a custodiar el experimento, nunca logró ver cómo caía una gota. En realidad, nadie ha podido hacerlo hasta el momento en los 83 años desde que se inició el goteo. En el año 2000, cuando se produjo el octavo descenso, la cámara instalada para capturarlo falló en el momento crítico. Ahora, tres cámaras retransmiten el estado del embudo en directo, por lo que el viejo profesor estaba convencido de que por fin podría ver la caída de una gota, la novena, que se esperaba para finales de este año.
Científicos y curiosos de todo el planeta están pendientes de la caída de una gota. El evento incluso será retransmitido en vivo y merece la pena estar atentos porque sucede solo una vez cada diez años, más o menos, y en una décima de segundo. Es el experimento más largo de mundo, mención incluida en el libro Guinnes de los récords.
El experimento de la gota de brea fue iniciado en 1927 por el profesor de Física Thomas Parnell, de la Universidad de Queensland (Brisbane, Australia), para demostrar a sus alumnos que los materiales más ordinarios pueden exhibir algunas propiedades sorprendentes. No se lo ocurrió otra cosa que verter una muestra de brea muy caliente en un embudo con el cuello sellado. Así lo dejó durante tres años, hasta que cortó el cuello del embudo para que la brea fluyera hacia abajo. La brea es un líquido muy viscoso, 100.000 millones más que el agua, tanto que parece sólido. A temperatura ambiente, fluye muy despacio y le lleva varios años formar una sola gota. La velocidad de este goteo depende de las variaciones en la temperatura. De hecho, la última gota demoró bastante más de lo esperado porque en el edificio donde se encuentra el experimento se instaló un equipo de aire acondicionado.
La primera gota del experimento cayó en diciembre de 1938 y la última, la octava, el 28 de noviembre del año 2000. Ahora, 86 años después del inicio de la prueba, los científicos creen que la caída de la novena es inminente. No se lo quieren perder porque, en todo este tiempo, nadie ha sido testigo de la caída de una gota. El experimento, que se muestra al público en la escuela de matemáticas y física del campus de Queensland y es custodiado por el profesor John Mainstone, está siendo vigilado por varias cámaras que retransmiten su estado en directo (la imagen con el reloj). Los científicos también lo tenían todo preparado para grabar la anterior gota, pero sus intenciones se truncaron por un fallo técnico.
Thomas Parnell fue condecorado póstumamente en 1990 con el Premio Nobel, que un grupo de entusiastas otorga cada año a las investigaciones científicas más absurdas e imaginativos. El experimento tiene brea suficiente para durar cien años más, así que si uno se lo pierde y su edad no lo impide, siempre puede esperar una década... o más. Leer noticia completa y ver hilo de debate en abc.es.
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