• “Para explorar si existe vida y establecernos allí en un futuro puesto que, a este ritmo, dentro de unos miles de años es posible que no podamos quedarnos en nuestro planeta”
El zaragozano Jonatan Peris es uno de los participantes en la Mars Spanish Mission (MSM), la primera simulación española de un viaje a Marte. Tras superar con éxito el primer ensayo en los Monegros, este estudiante de Ingeniería de la UZ continúa mejorando su experimento sobre la autorregulación cerebral de los astronautas para la prueba definitiva del próximo año en el desierto estadounidense de Utah. Como presidente del Laboratorio de Experimentación en Espacio y Microgravedad en Zaragoza, Peris apuesta por la divulgación de los avances científicos y confía en que la MSM contribuya a relanzar el sector espacial aragonés. Actualmente, la Agencia Espacial Europea revisa su libro “¿Podemos viajar a Marte”, que se presentará próximamente.
Pregunta.- ¿Por qué necesita el ser humano viajar a Marte? Respuesta.- Un viaje tripulado a Marte conlleva unas investigaciones científicas previas que serán útiles no solo para la exploración espacial sino también para ser aprovechadas en la Tierra. Muchas aplicaciones tecnológicas que utilizamos surgieron de la investigación aeroespacial: las comunicaciones por satélite, la televisión, Internet, aparatos para detectar tempranamente el cáncer de mama, el teflón en las cocinas, los códigos de barras... Y por supuesto, el objetivo de ir a Marte es explorar la posibilidad de que exista vida y establecernos allí en un futuro puesto que, al ritmo que seguimos, dentro de unos miles de años es posible que no podamos quedarnos en nuestro propio planeta. P.- ¿Cuándo será posible este viaje? R.- El primer viaje tripulado podría ser en la década de los 30. Más que una decisión científica y tecnológica se trata de una decisión institucional y gubernamental; todas las agencias espaciales mundiales tienen que ir en una misma dirección y dirigir sus miradas hacia el planeta rojo para que esto pase de los papeles y los bocetos a hacerse realidad. Establecernos como colonia humana en Marte ya es un objetivo a más largo plazo. Las primeras misiones tripuladas tendrán que llevar a cabo experimentos científicos y psicológicos antes de una posible colonización futura, pero desde luego no es ciencia ficción, es algo que las agencias espaciales llevan estudiando varias décadas y después de las primeras misiones tripuladas, lograremos asentarnos en su superficie. P.- ¿Qué papel ha jugado esta primera misión en los Monegros para el futuro viaje a Marte? R.- Es la primera simulación española y por lo tanto es la primera gran contribución que nuestro país hace a la preparación y el desarrollo de ese primer viaje tripulado al planeta rojo. España es un gran referente en investigación espacial y nosotros hemos querido poner nuestra semillita y formar parte de esa historia. A partir de aquí, todas las misiones que vengan servirán para recopilar datos para minimizar los riesgos y que el día de mañana esos seres humanos vuelvan a la Tierra sanos y salvos. P.- El experimento que ha estado perfeccionando en los Monegros servirá para predecir el comportamiento de los futuros tripulantes de una misión a Marte. ¿Hasta qué punto es importante la preparación psicológica de un astronauta que vaya a viajar al planeta rojo? R.- Si yo hiciese una lista de peligros potenciales de un viaje a Marte, el problema psicológico lo pondría en primer lugar o en uno de los primeros. Hoy en día estaríamos preparados para llevar seres humanos al planeta rojo y traerlos sin problemas a la Tierra. Sin embargo, nunca se ha hecho un viaje de estas características y es difícil predecir cómo se comportarán los astronautas. Con los sistemas de propulsión actuales, este viaje supondrá seis, siete u ocho meses de viaje de ida, más otros tantos de vuelta, más una de hasta un año y medio. Por lo tanto, nos planteamos una misión de más de dos años de duración, conviviendo con seis personas en un ambiente totalmente hostil, y en la que los astronautas tendrán que ser mucho más autónomos que en la actualidad. No existirá una comunicación directa con la Tierra, como ahora existe, por ejemplo, en la Estación Espacial Internacional, sino que habrá un retardo de 20 a 23 minutos. Todo esto convierte el factor psicológico en un peligro bastante potencial. P.- Si tuviese la oportunidad, ¿querría estar entre los primeros astronautas que pisen el planeta rojo? R.- Para llegar a ser astronauta hay que tener mucha suerte, es mucho más difícil que participar en una simulación como la Mars Spanish Mission. No solamente porque hay que superar varios procesos de selección, sino porque aquí en Europa las convocatorias son muy reducidas. La última fue en el 2008 pero la anterior en 1996. Y una de las condiciones es la edad, se recomiendan entre 27 y 36 años para presentarse a las pruebas. Por lo tanto, no tiene que convertirse en una obsesión el llegar a ser astronauta. Aunque son ellos quienes aparecen delante de las cámaras, detrás hay un equipo muy amplio de ingenieros y científicos trabajando. En cualquier caso, si tuviera la oportunidad de presentarme en Europa a unas pruebas de astronauta, es un sueño que cumpliría. Entrevista de Patricia de Blas Gasca. Leerla completa en aragondigital.es.