Los Premios Nobel fueron fundados por Alfred Nobel, inventor y químico sueco, el cual se enriqueció por haber inventado en 1867 la dinamita. No es el mejor invento que digamos ya que ocasionó y sigue ocasionando la muerte de muchas personas, por lo que para “limpiar su nombre” decidió hacer un lugar en su testamento a todos aquellos que sobresaliesen por encima del resto y de forma notoria en su trabajo, otorgándole a cada uno de ellos el llamado premio Nobel. Así lo expresa el mismo en su testamento:
“Una parte a la persona que haya hecho el descubrimiento o el invento más importante dentro del campo de la física; una parte a la persona que haya realizado el descubrimiento o mejora más importante dentro de la química; una parte a la persona que haya hecho el descubrimiento más importante dentro del campo de la fisiología y la medicina; una parte a la persona que haya producido la obra más sobresaliente de tendencia idealista dentro del campo de la literatura, y una parte a la persona que haya trabajado más o mejor en favor de la fraternidad entre las naciones, la abolición o reducción de los ejércitos existentes y la celebración y promoción de procesos de paz (…) Es mi expreso deseo que, al otorgar estos premios, no se tenga en consideración la nacionalidad de los candidatos, sino que sean los más merecedores los que reciban el premio”.
Habría que añadir el premio Nobel de economía, instaurado en 1968 por el Banco Central de Suecia, aunque técnicamente no es un premio Nobel. Los ganadores de estos premios recibirían parte de la herencia de Alfred Nobel, a día de hoy, el premio económico al recibidor de un premio Nobel es aproximadamente de un millón de dólares, con el reconocimiento mundial que eso conlleva. Pero, ¿no falta algo en esos Premios Nobel? Tenemos premios en física, química, fisiología y medicina, literatura y paz. ¿Dónde está el Premio Nobel de las matemáticas? ¿Acaso las matemáticas no son merecedoras de considerarse un Premio Nobel? ¿Por qué no las incluyó en su testamento? Existen bastantes anécdotas sobre el por qué no las incluyó. La primera de ellas, es que su mujer le era infiel con Gösta Mittag-Leffer, matemático de la época, totalmente cualificado para dicho premio. Por lo que, como acto de rencor y venganza, decidió excluir las matemáticas como uno de sus reconocimientos, para evitar que ese matemático recibiera el Nobel. Graciosa leyenda, pero falsa, ya que Alfred Nobel no estaba casado. La siguiente leyenda también tiene que ver con Gösta Mittag-Leffer, resulta que este matemático y Nobel se llevaba francamente mal debido a la gran ambición económica que tenía Gösta, y Nobel no estaba dispuesto a darle su dinero a él, por lo que no lo creó por esta razón. ¿Es esta la verdadera? Pues la verdad es que probablemente no, según los historiadores apenas se conocieron y tuvieron contacto, por lo que mucho se podían llegar a odiar. Entonces, ¿qué le impulsó a no incluirlas? La respuesta es bastante sencilla y yo diría que hasta infantil. A Nobel no le gustaban las matemáticas, sumado a que ya existía el premio Escandinavo de matemáticas que concedía el rey, decidió excluirlas. Leer artículo completo en eurelianos.com.