Es la primera vez que la realidad virtual parece algo al alcance de la mano. La tecnología existe y ya se puede producir en grandes cantidades —miles de millones de móviles de pantalla grande y giroscopio lo han hecho posible—, pero lo importante es el peso de las compañías que están detrás. Sony organizó un evento en Londres la semana pasada con el propósito de presentar en Europa Project Morpheus, su proyecto de gafas de realidad virtual. Aunque la compañía todavía no tiene planes específicos sobre precios o juegos concretos, el prototipo es sólido, tangible y pronto estará en manos de desarrolladores de todo el mundo. Un ejempo del alcance que esta tecnología ya tiene es que los conductores de tanques del Ejército noruego utilizan el visor de realidad aumentada Oculus (propiedad de Facebook), competidor directo de Morpheus. Con la demostración de cinco minutos The Deep, una vez ajustadas las gafas, los primeros segundos son de aclimatación: el jugador está de pie, debajo del mar y a pocos metros de la superficie. Al mirar abajo se ven un vientre y unas piernas que no son del jugador, algo que por su realismo extraña a los sentidos. La ilusión se refuerza al doblar las rodillas, ya que el falso cuerpo lo hace al unísono gracias a una cámara externa. Si se mira hacia arriba, se ven la superficie y el barco al que está atado el jugador. Con un botón, la jaula empieza a bajar y vemos cómo lentamente nos alejamos de la superficie. El viaje termina con un susto final a cargo de un tiburón blanco que ataca la jaula, buen ejemplo del potencial para los videojuegos de terror que tiene esta tecnología.
Leer noticia completa y seguir hilo de debate en elpais.com