Los estudiantes de Secundaria que saquen algún suspenso pueden dar una buena explicación en casa acerca de sus malas notas, aunque es probable que sus padres no quieran admitir este argumento. Una nueva investigación, dirigida por el King's College de Londres, afirma que la inteligencia y muchos de los rasgos de personalidad que influyen en el éxito o el fracaso académico de un alumno, como la seguridad en sus propios méritos o los problemas de conducta, vienen marcados en los genes. En el estudio, publicado Actas de la Academia Nacional de Ciencias (PNAS), participaron 13.306 gemelos de 16 años, que fueron evaluados en una serie de medidas cognitivas y de personalidad. Además, los investigadores tuvieron acceso a sus notas académicas en el llamado Certificado General de Educación Secundaria. En total, se tuvieron en cuenta la inteligencia, la autoeficacia (confianza en la propia capacidad académica), la personalidad, el bienestar, el ambiente en el hogar, el entorno escolar, de salud, los problemas de conducta informados por los padres y los problemas de comportamiento del adolescente. Los gemelos idénticos comparten el 100% de sus genes y los gemelos no idénticos (al igual que cualquier otro hermano) comparten el 50% de los genes que varían entre las personas. Pero todos ellos comparten el mismo entorno (familia, escuela, maestros, etc). Mediante la comparación de los gemelos idénticos y no idénticos, los investigadores fueron capaces de estimar la contribución relativa de los factores genéticos y ambientales. Así pues, si en general, los gemelos idénticos son más similares en un rasgo particular que los no idénticos, las diferencias entre los dos grupos se deben a la genética en vez del ambiente en el que viven.
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