Sobre Albert Pla - “¿Es que ya nadie puede decir que está harto de ser español sin que el país se sienta ultrajado?”
Artículo de opinión de Eva Borondo
Hace unas semanas oí a un periodista mexicano explicar que lo que le mueve a escribir sus viñetas de carácter político es la furia y de ahí surge su capacidad creativa.
Yo siento algo parecido a la furia, pero mezclado con otros sentimientos, a partir del revuelo que se ha formado en este país por las declaraciones de un artista de la provocación, Albert Pla, que afirmaba que le daba asco ser español.
No entiendo que se le censure en ninguna parte por expresar una idea personal que no debería dañar la sensibilidad de ninguna persona. Nos estamos volviendo excesivamente delicados en algunos aspectos, mientras que en otros estamos endureciendo la capacidad de que nos afecten otros temas alarmantes de verdad de tanto que se repiten a diario.
¿A qué viene tanto complejo de ser español? ¿Es que ya nadie puede decir que está harto de ser español sin que el país se sienta ultrajado? España es grande y global, cada vez tiene menos de idiosincrásica y sus grandes ciudades cada vez se parecen más a cualquier otra gran ciudad del mundo occidentalizado.
Ese asco de ser español surge de lo hondo de la rabia del sistema establecido, que es el mismo que hay en Cataluña y en otras regiones europeas. ¿O es acaso de nuevo el tema del nacionalismo catalán? ¿Y qué más da? La afirmación de Albert Pla se une a la voz de tantos catalanes que querrían no pertenecer al estado español y, siendo una verdad, la verdad de que hay un numeroso grupo de personas que querrían la independencia ¿por qué nos ofendemos? ¿La verdad ofende? Yo no me ofendo como española y andaluza de que haya personas que se quieran independizar, aunque sus argumentos no me parezcan suficientes o no esté de acuerdo.
que no hay un modelo único de ser español”
Pla no ha dicho que los españoles son un asco, sino que a él le da asco ser español. Yo, hace poco tuve esa misma sensación, cuando supe por ejemplo de la estafa de los deportistas minusválidos españoles. Luego reflexionas y piensas, tan españoles son esos como aquellos que no pudieron participar porque ocuparon sus plazas unos impostores.
Desearía que mi país siguiera siendo tolerante con los pensamientos de los demás y no hiciera uso del abuso y censurara a un artista por expresar opiniones personales. Quien quiera, que vaya a verlo y quien no, que haga otra cosa, pero censurar es reprimir, llenar una bomba de tensiones hasta que explota.
Yo eso de ser español no lo llego a entender del todo, quizás porque es un sentimiento que solo tienes cuando contrastas con lo que no es español, pero las líneas de lo que hoy es ser español, europeo, occidental o ciudadano del mundo son tan difusas, que no me entran en el coco.
Por otra parte, los españoles somos tan diferentes entre nosotros que no hay un modelo único de ser español. Muy equivocados están los que piensan que el típico español es el católico, heterosexual, amante de los toros y de la copla. Busquen, busquen, pero la mayoría no es esa y tampoco una mayoría determina la esencia de un país. Lo que define realmente a un español es haber nacido en España, solamente.
Si es que se me permite todavía expresarme libremente, yo no siento asco de ser española porque no es un concepto que entienda, salvo por la delimitación territorial y la historia (no peor que la de otros países), pero sí siento asco de lo que se está haciendo últimamente con España desde el gobierno que legítimamente llegó al poder y que pierde legitimidad día a día al no respetar el programa electoral.
A mí me dan asco los mentirosos.
La foto es de Chema Barroso y está publicada en abc.es. Fuente original.
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