No es nada frecuente que los autores de un atraco terminen en el hospital tras la feroz resistencia que ofrecieron los que iban a ser sus víctimas. La calle San Vicente, a unos 150 metros de la Cruz Cubierta, fue tomada ayer por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. Alrededor de las tres de la tarde, seis patrullas de la Policía Nacional y otras dos de la Local llegaron al lugar tras recibir una alerta por el asalto a un domicilio.
Los hechos se produjeron en el número 367 de la citada vía, en un inmueble de varias alturas. Al parecer, en la vivienda asaltada se encontraba un grupo de cinco colombianos. Se dedicaban, según apuntaron fuentes cercanas a la investigación, a reparar diferentes tipos de electrodomésticos.
Los asaltantes eran dos hombres y una mujer. Todos de nacionalidad española. Los primeros llevaban armas, aunque eran de fogueo. Su compañera de andanzas delictivas, en cambio, optó por un cuchillo para perpetrar el robo. Se desconoce cómo accedieron al piso e intimidaron a los colombianos. Lograron hacerse con un botín de aproximadamente 5.000 euros que fue recuperado tras la rápida intervención policial.
Hubo tres detonaciones tras un forcejeo con las víctimas. Fue entonces cuando los colombianos se percataron de que las armas no eran reales. Y el dominio de la situación viró de manera repentina. Los inquilinos, que superaban en número a los asaltantes, no lo dudaron y se abalanzaron sobre ellos. Comenzó entonces una lluvia de golpes. Los delincuentes retrocedieron y lograron a duras penas llegar a la calle. Allí continuaron los golpes que impidieron completar la huida a los malhechores.
Los atracadores fueron detenidos por la Policía Nacional en las proximidades de un descampado cercano al inmueble. Dos ambulancias asistieron a los heridos, que presentaban diferentes heridas y policontusiones. Uno de ellos, según fuentes de la investigación, fue trasladado al Hospital General para recibir asistencia médica. Leer noticia completa en
lasprovincias.es.