Un joven negro de 28 años ha muerto como consecuencia de los disparos de tres policías. El hecho ocurrió en Wilmington (EE.UU.).
Los agentes le pidieron a la víctima que levantara las manos y se desprendiera del arma; al ver que no hacía caso y cuando el joven se llevó la mano a la cintura para coger la pistola se produjo el tiroteo mortal.
Jeremy McDole, llevaba un un revólver del calibre 38 con el que, al parecer, había disparado unos momentos antes, circunstancia por la que unos vecinos de la zona avisaron a la policía.
Los tres policías han sido suspendidos de sus funciones y la familia del fallecido ha pedido que se investigue el suceso porque considera que el tiroteo no tenía justificación.