Más de 25 años han pasado desde que un hombre anónimo se cruzara ante una columna de tanques delante de su cámara, cambiando el resto de su vida. Jeff Widener, el autor de la foto del ‘Hombre del Tanque’ (‘Tank Man’, o también conocida como ‘El Rebelde Desconocido’ ) en la plaza de Tiananmén, confiesa que en un primer momento no se dio cuenta de la magnitud de la imagen que veía en el visor de su Nikon FE2.
La instantánea, tomada durante la revuelta de la Plaza de Tiananmén en junio de 1989 -una serie de manifestaciones por la democracia lideradas por estudiantes en la República Popular China que terminaron con cientos de muertos- dio la vuelta al mundo simbolizando la determinación de los manifestantes ante el poderío militar de Pekín. El hecho de que continúe sin conocerse la identidad del héroe anónimo no ha hecho sino acrecentar el mito de una de las instantáneas más icónicas de la historia.
Una imagen que puso a su autor en el mapa, pero que también ha eclipsado el resto del trabajo de un fotoperiodista que ha cubierto con su cámara todo tipo de historias, conflictos y guerras en más del 100 países durante más de 30 años de carrera.
Widener recaló recientemente en Madrid, en el congreso
Mentes Brillantes 2014, donde compartió con Fuera de Foco algunos recuerdos, conocimientos y consejos.
¿Cómo empezó en la fotografía? ¿Tuvo siempre claro que quería ser fotógrafo?
Un día, cuando tenía unos seis años y vivía en Arizona (EEUU), mi padre llegó a casa con un amigo, fotógrafo de la revista Time, para que nos hiciese unos retratos navideños. Le recuerdo abriendo una gran caja de metal con todo su equipo de fotografía. Ver todas esas esas cámaras, objetivos, flashes… con los ojos de un niño de seis años, fue fascinante y fue algo que se metió en mi mente. Desde ese momento quise ser fotógrafo. Con diez años mis padres me compraron mi primera cámara. La primera fotografía que hice fue un retrato de mi abuelo que, por cierto, aún conservo.
¿Qué ha supuesto en su vida y en su carrera la fotografía del hombre ante la columna de tanques?
Sin duda, ha tenido un impacto muy profundo. Me dio la oportunidad de viajar por todo el mundo, las universidades me piden todo el rato dar conferencias… incluso conocí a mi mujer por esa fotografía… La BBC me llevó de nuevo a China en el 20 aniversario de la foto para hacer un documental y, andando por la calle, vi a una joven alemana de la que me acabé enamorando y que con el tiempo se convirtió en mi mujer. Así que ahora vivo en Hamburgo, Alemania, de algún modo también por esa fotografía. Es simplemente increíble el efecto que ha tenido esa toma en mi vida. Me gustaría agradecérselo al protagonista de la foto, si es que alguna vez se sabe quién es…
Sin embargo, estuvo a punto de perder la foto por un error…
Sí. Cometí un error con la película, porque sólo me quedaba un carrete. El problema es que normalmente usaba película de sensibilidad 800 ASA y éste era de 100 ASA y yo no me di cuenta. De modo que la velocidad que usé en la foto era demasiado lenta y además estaba usando un objetivo de 300 milímetros… Cuando me di cuenta que había tomado la foto a 1/30 de segundo pensé que la había perdido… Así que es un milagro que la foto saliera. Un auténtico milagro.
¿Recuerda más errores a lo largo de su carrera?
Sí, claro. He cometido muchos errores. Fotos que he perdido y otras cosas. Incluso una vez estuve a punto de matar al Papa Juan Pablo II. Haciendo fotos con un gran teleobjetivo éste se salió del trípode cuando estaba en lo alto de una catedral mientras el Papa pasaba por debajo. Por suerte en el último momento logre agarrarlo y no cayó en la cabeza del Papa… Ese es un error de los grandes que he cometido.
¿Sabe algo del protagonista de la foto, el hombre del tanque?
No. No sé nada del hombre. Lo curioso es que la primera vez que lo vi, cuando estaba preparado enfocando con mi cámara hacia la fila de tanques, con la composición perfecta y el apareció en medio, lo primero que pensé de él fue ¿Qué hace ese tío ahí? ¡Va a arruinarme la composición de la imagen! Evidentemente no estaba pensando de forma clara. Además tenía una fuerte contusión, porque la noche anterior fotografiando los enfrentamientos una piedra me había golpeado en la cabeza. Además, cuando tomé esa foto nada parecía inusual. Después de lo que había visto esos días, un hombre con una bolsa parando unos tanques no parecía raro… Así que lo primero que me vino a la cabeza es que el hombre me iba a arruinar la foto… No pensaba que iba a ser una de las fotos más icónicas en la historia de la fotografía… El autor de este texto es Christian González. Leer entrevista completa en
publico.es.