Un menor palestino cuenta las torturas que sufrió con soldados israelíes
Domingo, 17 de abril de 2016 | e6d.es
• "Nos colocaron fuera y comenzaron a jugar a fútbol. Nosotros éramos la portería, así que nos daban balonazos"
Abdelrahmán Abu Hmeisa, de 16 años, no acude al instituto desde que fue liberado por las autoridades israelíes y volvió a su casa en Al-Bureij, campo de refugiados palestinos situado en el centro de la franja de Gaza. Allí vive con su madre y sus hermanos, pero los cuatro meses que pasó en cárceles israelíes, los interrogatorios y torturas a los que fue expuesto, le han cambiado el carácter y su actitud jovial anterior. El menor rompe el silencio y cuenta a eldiario.es el calvario por el que pasó con los y las soldados israelíes. Todo empezó el sábado 10 de octubre del pasado año 2015. Era el segundo día que los jóvenes de la franja de Gaza participaban en las marchas contra la ocupación hacia la línea verde, donde se encuentra desplegado el Ejército israelí, en el contexto de la escalada de violencia que estalló en Cisjordania ese mismo mes. " Yo decidí participar e ir a tirar piedras a los soldados. Cuando se hizo de noche, rompimos el alambre y traspasamos la línea verde", relata Abdelrahmán. En ese momento, los muchachos se encontraban en territorio israelí. Los soldados les cerraron el paso y comenzó la persecución. " Corrimos, corrimos… hasta que nos alcanzaron los perros de los soldados —continúa el menor—. Uno se me echó encima y me agarró con la boca el tobillo, solo mordía cuando intentaba moverme". Varios miembros del Ejército israelí llegaron y le ordenaron desnudarse íntegramente. Luego le ataron manos y pies con precintos plásticos y lo trasladaron a otro lugar, asegura el joven.
El tormentoso juego de los soldados "Allí, los soldados israelíes me golpearon mientras escuchaban música a tope, música hebrea, muy rápida", afirma Abdelrahmán. "Me pegaron en el estómago con sus botas, en mi cabeza y espalda con las culatas del rifle. Yo no veía nada porque me habían tapado los ojos". La madre de Abdelrahmán interrumpe a su hijo y añade: "Le hicieron beber algo fuerte que lo atontó. No lo menciona porque le da vergüenza, era algo haram, algo hecho con alcohol". Después de la particular 'fiesta' de los soldados con el menor detenido, le dejaron echado boca abajo en el asfalto. Era una noche de invierno y el frío apretaba. " Era de noche yo solo llevaba el pantalón puesto. Tenía frío y les pedí una manta, pero vino un soldado y me pegó un puñetazo en el ojo", aclara Abdelrahmán. A la mañana siguiente, los soldados israelíes no trasladaron inmediatamente al niño a un centro de detención. Continuaron maltratándolo con nuevos métodos. "Los soldados echaron basura cerca de nosotros. Había otros palestinos como yo en ese lugar. De repente, vertieron sobre mí una botella de coca-cola, otro soldado trajo una botella de plástico llena de moscas grandes y las soltaron en mi cara. Las moscas me picaron y me salieron granos", apunta el niño. Tras esto, el menor fue llevado ante un médico. "El médico me tomó la tensión y luego me abofeteó. Otra persona empujó mi cabeza contra la puerta", añade Abdelrahmán. Los degradantes juegos de los soldados que relata Abdelrahmán no terminaron ahí.
"Nosotros éramos la portería de los soldados" "Las soldados israelíes nos colocaron fuera y comenzaron a jugar a fútbol. Nosotros éramos la portería así que nos daban balonazos. Una quiso marcar un gol, pero el balón me dio a mí y ella se enfadó y empezó a pegarme en mi estómago", cuenta Abdelrahmán. A las pocas horas, Abdelrahman sintió hambre y los soldados le trajeron su comida: "Un trozo pequeño de pan y poquísima agua. Cuando les pedí más agua, me la mostraban y la tiraban al suelo delante de mí". Ya de noche, el menor palestino fue trasladado a una falsa cárcel, un lugar donde la Shabak israelí, los servicios de inteligencia dentro de los territorios palestinos, se aseguran de quién es el detenido, ya que está ocupado por falsos prisioneros que intentan sonsacar la máxima información posible de los detenidos palestinos. Referencia de esta noticia y leer más detalles: eldiario.es.