Investigadores del Dartmouth College han desarrollado la primera aplicación para teléfonos inteligentes que revela automáticamente la salud mental de los estudiantes, su rendimiento académico y sus tendencias de comportamiento. En otras palabras, los investigadores aseguran que el teléfono es capaz de conocer el estado de ánimo del usuario -incluso si éste no es consciente del mismo- y valorar cómo le afecta esto. La aplicación se llama StudentLife, y compara la felicidad, el estrés, la depresión y la soledad de los estudiantes para relacionarlo con su rendimiento académico, aunque sus autores ya piensan en ampliar el uso a la población general para, por ejemplo, mejorar la productividad de los empleados en el lugar de trabajo.
"La aplicación StudentLife es capaz de realizar, de forma continua, una evaluación de salud mental, abriendo el camino para una nueva forma de evaluación", dice Andrew Campbell, profesor de informática en Dartmouth y autor principal del estudio. "Es un avance muy importante y emocionante".
Los investigadores presentaron sus hallazgos el pasado miércoles en la Conferencia Internacional en Computación Penetrante y Ubicua. Además, los autores lanzaron una versión anónima del conjunto de datos con la esperanza de que otros científicos sociales y del comportamiento puedan emplearlo en estudios posteriores.
Los investigadores construyeron una aplicación para Android que monitorizaba las lecturas de sensores de los teléfonos inteligentes de 48 estudiantes de Dartmouth durante un plazo de diez semanas, para así evaluar su salud mental (depresión, soledad, estrés), el rendimiento académico (calificaciones a través de todas sus clases, así como las notas acumuladas) y las tendencias de comportamiento (estrés, sueño, visitas al gimnasio, cambio de respuesta a la carga de trabajo de la universidad, tareas, exámenes parciales o finales) a lo largo de este tiempo.
Utilizaron métodos y algoritmos de aprendizaje automático de cálculo para valorar los datos del sensor y realizar inferencias de nivel superior, es decir, calcular los niveles de sueño, sociabilidad o actividad. La aplicación medía automáticamente los comportamientos, 24 horas al día, sin ningún tipo de interacción por parte del usuario: tanto la duración del sueño como el número y la duración de las conversaciones diarias, la actividad física, dónde se encontraban o cuánto tiempo permanecían allí. Paralelamente, los investigadores realizaron una serie de encuestas para evaluar la salud mental o el rendimiento académico de los estudiantes. Los resultados muestran que los datos de los sensores pasivos y automáticos de los teléfonos Android se correlacionaron significativamente con la salud mental de los estudiantes y su rendimiento académico. Por ejemplo, más específicamente, los estudiantes que dormían más o tenían más conversaciones eran menos propensos a estar deprimidos, los más activos físicamente tenían menos probabilidades de sentirse solos, etcétera. También, sorprendentemente, no hubo correlación entre el rendimiento académico de los estudiantes y su asistencia a clase.
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