Wallapop y el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales
Lunes, 18 de abril de 2016 | e6d.es
• "No hay que olvidar que estamos comprando y vendiendo, y eso a Hacienda le interesa"
Wallapop es una app española de uso muy sencillo. Es suficiente con crear un perfil y la propia Wallapop ya se encarga a partir de ese momento de mostrarnos productos de segunda mano a la venta… cerca de nosotros. Cuando nos enseña algo que nos interesa podemos directamente chatear con el vendedor para obtener más detalles, regatear, o comprar de inmediato indicando que «lo queremos». La idea de los creadores es convertir el proyecto en algo local. Hasta ahí, todo claro. Pero no hay que olvidar que estamos comprando y vendiendo, y eso a Hacienda le interesa, y al igual que el otro día comenté que ya estaba enviando avisos con los borradores de renta sobre los anuncios de alquileres en internet, esto también acabará queriéndolo controlar. ¿Será un problema para los usuarios? Pues dependerá del dinero que se mueva y de si se trata de alguna operación puntual o se puede considerar como una cuasi-actividad.
A tener en cuenta: 1.- El sistema es muy propicio para la venta de bienes robados, con lo cual, se aconseja que se tenga la factura de lo que se vende, lo que no deja de ser un consejo un tanto estúpido porque la gran mayoría de las veces se tratará de objetos antiguos, o incluso que no los hemos comprado nosotros (trastos encontrados en el desván de la abuela, por ejemplo). En cualquier caso, cuidadín si se hacen muchas operaciones. Lo suyo sería conservar, si no la factura original, sí el acuerdo de venta, como algún pantallazo del chat del comprador y cosas así. 2.- ¿Hemos de pagar a Hacienda? Hay que distinguir varias cosas en este punto. Lo primero, que no tiene el mismo tratamiento fiscal el comprador que el vendedor. El vendedor, siendo un objeto de segunda mano, supuestamente vendido por debajo de su coste original, al no tener plusvalía, nada habrá que declarar ni pagar. Puede haber alguna excepción, como un objeto raro de coleccionista que nos costó mucho menos del importe que hemos conseguido al venderlo a algún friqui que andaba loco buscándolo. En ese caso Hacienda querrá su parte del beneficio (de las pérdidas ya he dicho que no quiere saber nada). ¿Pero qué pasa con el comprador? Eso es otra historia muy distinta y la que puede acabar dando mayores quebraderos de cabeza como a Hacienda le dé por hacer campaña de persecución: 3.- El comprador de un bien usado está sujeto al Impuesto de Transmisiones Patrimoniales, y sí, no importa que sea un secador de pelo usado, eso también estaría sujeto. El porcentaje a pagar es del 4%. Evidentemente, todos hemos comprado cosas en mercadillos o a conocidos y nadie ha pagado ese ITP, pero no debemos olvidar que estamos hablando de unas transacciones realizadas a través de una APP que tiene nuestros datos, e incluso nuestra localización en el momento de realizar la oferta. ¿Va a seguir callada Hacienda por mucho tiempo? ¿No había oído hablar del Impuesto de Transmisiones Patrimoniales por la compra de cosas usadas? Seguro que sí; es el mismo impuesto que se paga al comprar un coche de segunda mano. Usted dirá… Un coche usado no es un secador de pelo. Bien, la diferencia solo está en el importe, pero no deja de ser una transacción sujeta, así que bueno será saberlo si se usa Wallapop.
Ramón Cerdá
* Ramon Cerdá es colaborador de El Seis Doble. Su espacio, aquí. * Ramón Cerdá es autor del blog "El blog de Ramón".