Luis Bárcenas va a poder eludir la prisión si paga una fianza de 200.000 euros.  Mariano Rajoy ya le dijo al extesorero del PP que fuera fuerte y el bueno de Luis le ha hecho caso. Tan sólo había que aguantar a que le dieran un trato diferente y a que se midieran las desigualdades entre individuos ricos e individuos pobres, como es habitual en nuestro país.
Rafael Blasco pagó una fianza de 200.000 euros y evitó entrar por ahora en prisión. Está condenado por un delito continuado de malversación de caudales destinados a cooperación al desarrollo.
Los ciudadanos vuelven a desesperarse con la lentitud en juzgar a estos personajes de la farándula política, con los tejemanejes del poder, así como la arbitrariedad y desigualdad ante la Ley. El que tenga dinero salva el pellejo; el que no lo tiene, apechuga con la pena que le impongan.
¿Qué va a pensar de este panorama un pequeño empresario o un autónomo cuando ve que es tratado casi como un delincuente cuando tarda 24 horas en pagar un impuesto?
Las cárceles están llenas de pobres. Antes se escondían las limas en los bocadillos de atún para escapar de la cárcel. Ahora, con un buen fajo de billetes es suficiente. Paciencia.