No se puede discutir que vivimos en un país de mangoneos y corrupción, aquí trinca cualquiera. Ahora sale a la luz que cinco contratos del AVE (Alta Velocidad Española) de "Administrador de Infraestructuras Ferroviarias", dependiente del ministerio de Fomento, que suben más de 15 millones de euros, van a ser investigados por malversación.
No amanece un día en España sin que se descubran o hayan indicios de actuaciones sospechosas o evidentes de putrefacción. Es como esos azulejos que hay en algunos bares de café, copa y antes puro en los que se puede leer eso de "Hace un día precioso, verás como viene alguno y lo jode".
Esto está lleno de golfos, pero los seguiremos manteniendo los españoles con nuestros impuestos. A ver qué remedio...
Ramón Alfil