Baja visión: un problema de salud en aumento que obliga a avanzar en la tecnología optometrista
Martes, 25 de febrero de 2020 | e6d.es
• Óptica Argente nos habla de las ayudas que pueden cambiar la vida de quien la sufre
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La baja visión es un problema de salud en aumento debido al envejecimiento de la población. La buena noticia es que el desarrollo tecnológico está marcando la diferencia en los últimos años, siendo uno de los campos con más ayudas para las personas que lo sufren. Sin embargo, una pequeña proporción de afectados recurren a ellos por desconocimiento.De hecho, en la actualidad, los pacientes cuentan con ayudas técnicas que les permiten normalizar su vida cotidiana. Según datos,el 90% de los afectados puede beneficiarse de estos avances, sin embargo, sólo lo hace el 10%.Esto es así porque los pacientes no reciben información ni son derivados por los especialistas a las ópticas especializadas, que hay en casi todas las provincias. Entre las que se encuentra Óptica Argente, en Cullera. Por otra parte, “la baja visión es una gran desconocida. Se habla mucho más de la ceguera o de los problemas más comunes de la visión. Pero, ¿qué se considera baja visión? Óptica Argenteexplica que se diagnostica cuando la agudeza visual se sitúa entre un 10% y un 30% en el mejor de los dos ojos y/o un campo visual por debajo de 20º. Esta situación se traduce en una incapacidad para leer, escribir, coser, realizar labores caseras e incluso comer. A continuación les informamos sobre posibles ayudas que la pueden mejorar.
Prevalencia En España más de un millón y medio de personas padecen este trastorno y las estimaciones de los expertos indican que en 2050 la cifra podría triplicarse. Su crecimiento obedece al aumento de la esperanza de vida. De hecho, causas importantes son patologías adquiridas como la degeneración macular asociada a la edad, la diabetes o el glaucoma. Hay un dato preocupante y es que afecta ya a 6 de cada 10 universitarios y está aumentando en prevalencia y grado debido, según la Seebv, al abuso de las pantallas, el estilo de vida sedentario y una mala higiene visual.
Diagnostico tardío La inexistencia de unidades de rehabilitación para la baja visión en los hospitales, acarrea la mayor dificultad del diagnóstico y satura las listas de los oftalmólogos. Aunque ellos son los responsables del diagnóstico y de prescribir el tratamiento médico, muchas veces no les dicen a los pacientes que existen unos centros en los que pueden recibir ayuda. Incluso hay alguna clínica oftalmológica que tiene servicios de baja visión y no derivan. El paciente tiene que investigar por su cuenta.
Prevención Lo más importante no es tratar sino prevenir. Una miopía magna superior a 6 dioptrías puede tener una repercusión a nivel retiniano y, cuando hay factores de riesgo añadido, un desgarro en la retina o tracción vítrea; por eso es preciso actuar pronto. Debemos concienciarnos sobre los problemas visuales que pueden ir apareciendo con la edad y de la importancia del cuidado de otros problemas metabólicos que los pueden originar. Hay que insistir en que es necesario un control de la diabetes e hiperuricemia o de la presión arterial y en que hay que protegerse de la radiación solar.
Posibles ayudas Hoy, hay un buen número de ayudas técnicas de las que se pueden beneficiar las personas con baja visión: Microscopios: facilitan la visión de cerca con gran posibilidad de aumento. La última novedad son las gafas leddles, que son microscopios con luz. Telemicroscopio: permite ver de cerca a mayor distancia que el microscopio, siendo el campo visual más reducido. Y las lupas son el sistema óptico más sencillo y fácil de usar para agrandar el tamaño de los objetos. Existen diferentes tipos (manuales, con soporte y con luz) pero han de ser prescritas, igual que las gafas, en función del uso y las características del paciente. Lentes magnificadoras: tienen una ampliación de la imagen del 1% al 9% y pueden llevar un filtro terapéutico para mejorar el contraste. Si la pérdida de visión afecta al campo periférico, hay ayudas especiales para ampliarlo, como el telescopio invertido y los prismas sectoriales.
Las nuevas tecnologías también han traído ayudas como las gafas de realidad aumentada o los lectores, que se incorporan a la patilla de la gafa y permiten la lectura con voz, o apps que ofrecen servicios para orientarse o leer textos. El cerebro recibe a través de la visión un 80% de la información que procesa. Por ello, la exigencia del sistema visual es muy elevada. Las causas más importantes de cardiopatía y accidentes cerebrovasculares son una dieta malsana, la inactividad física, el consumo de tabaco y el consumo nocivo de alcohol. Acudir a un especialista cuanto antes, evita un empeoramiento del problema y ayuda a superarlo. En nuestro nuevo local disponemos de unas instalaciones modernas, adecuadas a cada tipo de cliente y a todas las edades, donde realizamos exámenes visuales en total profundidad. Con aparataje de última generación para que la detección y corrección de defectos oculares se haga con las mejores garantías. También nuestros instrumentos de diagnosis nos permiten una detección precoz de enfermedades oculares para que la visión nos dure una vida entera.
Infórmate sin compromiso. Nos encontrarás en c/ La Marina, 2 de Cullera,
llamando al 961.723.735 o a través de nuestra web.