Bombazos, panem et circenses

Viernes, 28 de abril de 2017 | e6d.es
• "La mentalidad humana puede llegar a ser muy salvaje y con un poco de sangre y violencia se arregla todo"

Cuentan que en la antigua Roma muchas cosas se solucionaban a base de entretener a las masas con espadazos y violencia supina, algo así como con el fútbol hoy en día pero algo más bestiajo. ¿Que querías publicitarte para Consul? Gladiadores. ¿Que querías evitar que te linchasen por llevarte el dinero de los impuestos (si, antes del PP ya había mangantes)? Leones ¿Que hacía falta que todos mirasen para otro lado? Cuádrigas con Ben Hur y todo eso ¿Que no había para que el vulgo comiese? Una buena naumachia. Al final estaba todo estudiado, cuanto mayor fuese la bestialidad más popularidad se conseguía.
Al final parece ser que la mentalidad humana puede llegar a ser muy salvaje y con un poco de sangre y violencia se arregla todo. Lamentable pero creo que existe algún resorte por el cual te sientes mejor si ves como espachurran al prójimo, siempre y cuando no te toque a tí. Algo así debe haber, se lo preguntaré a mi psicóloga de cabecera y si eso os cuento otro día. Visto cómo se las gastan los descerebrados que se han hecho con el mundo parece que no hemos avanzado mucho todavía. Seguimos con eso de cometer barbaridades para darse a conocer y de paso hinchar un poco el pecho, que eso siempre viene bien. Resulta que Trump (para variar) se permitió, sin que en apariencia viniese muy a cuento, tirar una bomba descomunal y quedarse tan pancho. Lejos de que la comunidad internacional, sus electores o siquiera la “hojita parroquial” le tire de las orejas, resulta que ha subido en popularidad. Putin tiene entretenida a media Rusia en batallitas reales y cibernéticas con hackers de película, Corea del Norte juega con misiles del “todo a 100” que acabarán explotándoles en la cara y Turquía, un país que pretende ser miembro de la UE y al que le vendimos con mucha vergüenza el asunto de los refugiados, es ahora un cortijo gigante de Erdogan. Verás cómo entre unos y otros al final la van a liar, se le irá la mano a uno de ellos (desconfío del CowBoy) y nos van a dejar igualitos que en Mad Max ¿No parece que hay demasiados gallos en el corral? ¿No estarán abusando del circo montado?
Tanto espectáculo ya da que pensar (yo es que soy muy malpensado). Igual va y con todo esto no están haciendo más que hacer que miremos hacia otra parte para que no seamos capaces de ver cómo han cambiado ya la película serie B de la crisis que nos vendieron por lo que es en realidad, un cambio de sistema. Ellos ya han salido de SU crisis pero ha sido a costa de nuestros derechos, a base de que hayamos aceptado sin saberlo, que el sistema se ha roto y que la economía no va a respetar nuestros derechos más básicos. Antes todo funcionaba junto, con la economía se pagaba la cuenta de los derechos sociales, ahora no va a pasar eso, el matrimonio se ha roto. Ellos ganan, nosotros perdemos y además pagamos la fiesta y para digerir eso hace falta mucho, muchísimo circo. La política se ha ido con la macroeconomía. El objetivo es el crecimiento económico porque sí, aunque para eso ya no haya ningún interés en rescatar a nadie, a los millones de personas como nosotros que se han quedado tirados en un fango del que no van a ser capaces de salir. Existe voluntad para arrancarnos un ojo de la cara y salvar las autopistas  pero no para tirar una mano a los parados de 40 años que no van a encontrar trabajo (por citar algo, ejemplos hay miles). Se hace lo que sea para conseguir subir el PIB pero para que tengamos asistencia médica ni en broma, a no ser que venga algún benefactor que ponga dinero.
Deberíamos entender, ahora que parece que ya ha caído el telón, que este truco de magia al estilo Copperfield nos ha llevado a un sistema distinto del que estábamos. Ha muerto el estado del bienestar y hemos ido a parar a una situación en la que la desigualdad ha llegado a límites insostenibles, unos tienen todo y los otros están apartados. Si no nos plantamos habremos tirado por el barranco siglos de lucha y estaremos en el medievo. Igual todavía no es demasiado tarde aunque visto que hasta un tweet puede mandarte a la cárcel, sospecho que nos llevan mucha ventaja.
Pero claro, nosotros mientras tanto permanezcamos sentaditos comiendo “pollo a la centurión” en las gradas del anfiteatro viendo el espectáculo de los bombazos, que no se van a solucionar mientras sirvan para su propósito. Deleitémonos del show sintiéndonos afortunados por no estar debajo de las bombas. Disfrutemos del Panem et Circenses hasta que nos lo hayan quitado todo, ¡hasta el pan y el circo!

Salva Colecha
 
* Salva Colecha es colaborador de El Seis Doble. Su espacio, aquí.
* Salva Colecha es autor del blog "En zapatillas de andar por casa".