Carta a un amigo | ¿Te acuerdas cuando atábamos los perros con longanizas?
Esos mismos perros se comieron la longaniza y lo han dejado todo perdido
Querido amigo Agustín:
Me ha encantado recibir una carta tuya después de tanto tiempo sin saber de ti, desde el día que te fuiste a ver mundo. Como tú me has escrito, te respondo por el mismo medio (es una lástima que esta reflexiva forma de comunicación haya caído en desuso).
Para empezar, te hablo de nosotros. En líneas generales estamos razonablemente bien. Paloma está terminando la última fase del tratamiento del cáncer de pecho que le detectaron y operaron este verano; el diagnóstico precoz es fundamental y, en nuestro caso, hemos tenido mucha suerte. Andrés estuvo dos años trabajando en Inglaterra, volvió con unos ahorrillos, se compró un piso y se ha independizado (o eso dice él, que viene a comer casi todos los días y, por cierto, nos encanta). El Alzheimer de mi suegra sigue avanzando lento pero implacable y, dado el desprecio que el Gobierno hace de los dependientes, miramos con pavor el día que haya que ingresarla en una residencia porque cuesta un dineral y no lo podemos asumir. Yo, por mi parte, estoy bastante bien; cuando el PP entró a gobernar me cesaron como director y volví a mi puesto de toda la vida en el centro cívico (si supieran cuánto disfruto trabajando me mandaban a Laponia). Lo dicho, en líneas generales estamos razonablemente bien.
que nos había costado tanto conseguir"
La situación en España, sin embargo, es lamentable. ¿Te acuerdas cuando atábamos a los perros con longanizas? Pues bien, los perros se comieron la longaniza y lo han dejado todo perdido de cagadas generosas. La famosa crisis esa que nos zarandeó a nivel global fue la excusa perfecta para justificar el robo de todo lo robable: los bancos (sus dirigentes) dilapidaron, repartieron con quien les convino y se llevaron el dinero a manos llenas y, en los últimos siete años, con la complicidad de unos gobernantes cobardes y de medio pelo, se han apropiado de la burrada de 300.000 millones de euros (no he puesto ningún cero de más) que nos han dejado temblando. Tras las elecciones, buena parte de los ciudadanos dejó de votar y a los del PP les votaron los de siempre (más unos cuantos ilusos). Consecuencia: gobiernan en casi todas partes con mayoría absoluta y hacen, pero sobre todo deshacen a placer lo que les da la gana; la CEOE, que no ve a los trabajadores como sus colaboradores imprescindibles, sino como un enemigo al que someter, aprovechó que había seis millones de personas sin empleo para apretarle las clavijas a este Gobierno, que ha ejercido como juez y verdugo, y tirar por el desagüe todos los derechos que nos había costado tanto conseguir. Si por ellos fuera trabajaríamos por cama y comida y pagaríamos hasta por respirar.
y tanto desprecio a los ciudadanos"
El día que se descubra que la suma de todo lo robado, derrochado, defraudado y estafado supera con creces el déficit que atribuyen al Estado, lo que habría hecho innecesarios tantos recortes, tanto abandono de los desfavorecidos y tanto desprecio a los ciudadanos, el día que se descubra, te decía… el día que se descubra no pasará nada porque debemos estar drogados o algo así; no existe otra explicación que justifique no haberlos derribado, juzgado, encarcelado y recuperado lo que es nuestro en cuanto fuimos conscientes del engaño.
Estamos entrando en un año que debería ser crucial para sacudirnos, de una vez, la tiranía, soberbia y penurias de unos gobernantes indignos. Tenemos la esperanza desbordada pero las dudas también nos rondan por la cabeza. Los grandes partidos que hasta ahora han gobernado tienen el estigma de sus actos ominosos o su silencio cómplice y sería el momento de dar una oportunidad a los que aún no han tenido oportunidad de demostrar cómo lo harían. Ahora bien, los momentos convulsos están abonados para la proliferación de “vendedores de crecepelo” que brotan en cada rincón. ¿Seremos capaces de saber separar el grano de la paja? No lo sé, lo que puedes tener seguro es que lo intentaremos.
Querido amigo Agustín, no te aburro más con nuestras miserias. No me has dicho si tienes intención de volver; si así fuera, te ruego que te pongas en contacto conmigo para contarte más pormenorizadamente lo que te espera.
Recibe un fuerte, cálido, sincero y cariñoso abrazo de tu amigo de tantos años y tantas peripecias.
Un triste tigre
* Fermín Álvarez es colaborador de El Seis Doble. Su espacio, aquí.
* Fermín Álvarez es autor del blog "Un triste tigre".
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