Estamos convirtiendo a nuestros hijos en el ombligo del mundo

Domingo, 2 de diciembre de 2018 | e6d.es
• No tenemos una crisis económica, tenemos una crisis de valores en la que solo buscamos nuestra propia satisfacción

Permítanme presentarles a Donato. Es un señor mayor, de 83 años, que apareció hace unos días en el albergue de personas sin hogar donde trabajo. Era evidente que padece algún tipo de trastorno mental, aunque no sabemos precisar más, puesto que llegó sin ningún informe médico. Se mostraba muy desorientado y era sencillo deducir que llevaba varios días sin tomarse la medicación. Había estado en una residencia de mayores, pero decidió abandonarla voluntariamente e irse a vivir con una de sus hijas. Tras pasar un mes con ésta, se escapó y así llegó a nuestro albergue
Tras mucho trabajo, conseguimos el teléfono de uno de sus nietos. Hablé con él y me contó que no sabía nada de su abuelo puesto que apenas había tenido contacto con él, pero me facilitó varios números de teléfono de sus hijos. En total tenía nueve. Fui llamándolos uno a uno y todos me contestaron lo mismo. No querían saber nada de él. Al haber abandonado voluntariamente la residencia no podía reingresar en un periodo de un año, así que trataba de hacerles entender que el albergue no era el mejor recurso para su padre, pero no hubo forma. Aseguraban que era ingobernable y se gastaba toda su pensión en prostitutas y en vino tinto. Actualmente, se toma su medicación y les aseguro que no es ingobernable. Es muy pesado y con fuerte carácter, pero es un anciano encantador.
No quiero juzgar a nadie. Dios me libre. Pero estamos creando monstruos. Estamos convirtiendo a nuestros hijos en el ombligo del mundo, en el que solo se preocupan de sí mismos. Un padre puede criar a nueve hijos, pero nueve hijos no pueden ayudar a su padre porque chochea. Estoy convencido de que el bueno de Donato jamás dejó a sus hijos sin comer un día porque eran pesados, o les dejó sin cambiar el pañal porque estaba cansado... Esta sociedad egocéntrica es repugnante. Vive para sí misma. Y volvemos a lo de siempre. No tenemos una crisis económica, tenemos una crisis de valores en la que solo buscamos nuestra propia satisfacción.

Diego Gafo

* Diego Gafo es colaborador de El Seis Doble. Su espacio, aquí.
* Diego Gafo es autor del blog "Las cosas de DIEGVS".