EL PUNTAZO GRÁFICO DE BERNARDO VIDAL
El justiciero Pablo. El que quería seguir viviendo en el barrio de Vallecas aunque alcanzase la presidencia del Gobierno, el que despreciaba las aspiraciones burguesas, el que sostenía que debía llevar el mismo modo de vida que sus electores, el que apelaba a la gente para que sintiese “orgullo de barrio” y, sobre todo, el que criticaba a los que se aíslan a las afueras de Madrid.
Mucha incoherencia en su discurso, aunque esto le inhabilita para hacer apelaciones de moral personal. El que ha ido de vallecano y currante y ahora se compra un chalet de 600.000 euros, transmite que su discurso hace aguas y el ejemplo no se ajusta con lo que predica.
Tiempo atrás se sirvió de Twitter para criticar al ministro Luis de Guindos por comprarse un ático de 600.000 euros hace unos años. “¿Entregarías la política económica del país a quien se gasta 600.000 € en un ático de lujo?”, aseguró entonces. ¡Maldita hemeroteca!
En definitiva, ha pasado de justiciero a casta. Pero bueno, son sus votantes los que deben sacar conclusiones.
Para mí, todo esto debería llevarnos a replantearnos nuestras ideologías, posicionamientos, inmovilismos, conformismos, y demás esquemas mentales preconcebidos. Al final todos son igual, ni izquierdas, ni derechas, ni arriba, ni abajo.
Bernardo Vidal